La freidora de aire es uno de los electrodomésticos estrella del momento, pero su mantenimiento puede convertirse en un quebradero de cabeza. La experta en limpieza Estela Moreno ha compartido un truco que soluciona uno de los mayores problemas: limpiar la resistencia.
La parte superior, donde se acumula más grasa, suele ser difícil de alcanzar y muchos evitan limpiarla por miedo a dañarla. El truco de Moreno tiene, sin embargo, muy fácil aplicación.
Primero, con la máquina fría, hay que darle la vuelta a la freidora y aplicar un papel de cocina empapado en desengrasante directamente sobre la resistencia, pieza delicada pero centro de la grasa.
Se deja actuar unos minutos y después se retira con otro papel húmedo. De esta forma, la grasa se ablanda y se elimina sin esfuerzo. "No hay que mojar la máquina ni desmontarla", explica la experta, que insiste en que la clave está en la constancia.
Según Moreno, limpiar la airfryer después de cada uso intensivo evita acumulaciones que pueden afectar su rendimiento o incluso generar humo. Además, mantenerla libre de grasa ayuda a conservar el sabor original de los alimentos.
También tratar con vinagre
A este método se le pueden añadir alternativas. Se puede usar desengrasante, pero solo si es suave, no corrosivo y nunca lo pulverices directamente sobre la resistencia. Lo correcto es humedecer un papel de cocina o un paño con el producto, colocar el aparato del revés (como explica la experta Estela Moreno) y dejarlo actuar unos minutos antes de limpiar con otro papel húmedo.
De ese modo no mojas los componentes eléctricos ni corres riesgo de que el líquido penetre donde no debes. Ahora bien, si prefieres una opción más natural y segura, el vinagre blanco funciona perfectamente. Mezcla a partes iguales vinagre y agua caliente, humedece un paño o papel, y repite el mismo proceso. El vinagre disuelve bien la grasa y elimina el olor, aunque puede tardar un poco más que un desengrasante comercial.
Es importante no usar nunca aerosoles directamente sobre la resistencia, ni productos con amoníaco o lejía, ya que pueden dañar el recubrimiento interno y dejar residuos tóxicos.
Limpieza semanal
El método puede complementarse con una limpieza semanal de la cesta y las paredes interiores con agua tibia, jabón neutro y una esponja suave. Nunca se deben usar estropajos metálicos ni sumergir la base eléctrica.
Una freidora limpia, recuerda la especialista, dura más tiempo y garantiza resultados de cocción más homogéneos. También evita olores y mejora la eficiencia del aparato.
Este consejo, viral entre los aficionados al orden y la cocina práctica, demuestra que a veces los trucos más sencillos son los más efectivos. Con un poco de cuidado y técnica, la airfryer puede mantenerse como nueva durante años.
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