A pesar de que en casa nadie es celíaco, me gusta hornear de vez en cuando recetas sin gluten para probar alternativas a la harina de trigo común. Las galletas creo que son las elaboraciones más sencillas ya que no necesitamos una masa con levado o miga, por lo que es más fácil conseguir la textura perfecta. Ante la cuestión de cómo hacer las típicas cookies sin gluten yo recomiendo apostar por una mezcla de harinas distintas y así además descubrir nuevos ingredientes en la cocina.
El gluten no es más que una proteína que aporta elasticidad a las masas y actúa como aglutinante. Para preparar galletas libres de gluten suelo combinar harina de garbanzos, que tiene el mismo poder, con el alforfón o trigo sarraceno y almendra o avellana molida para dar un toque de frutos secos. Estas galletas quedan crujientes pero no muy duras, y si las dejamos más gorditas tendremos un interior más tierno y suave.
Cortar la mantequilla en cubos y procurar que esté blanda, a temperatura ambiente. Colocar en un recipiente con el azúcar moreno y el azúcar blanco, y batir con batidora de varillas hasta tener una textura esponjosa y homogénea. Añadir el huevo y la esencia de vainilla, y batir un poco más.
Incorporar la harina de trigo sarraceno, la harina de garbanzos, la almendra molida, la levadura y la sal, y mezclar un poco. Agregar el chocolate y terminar de trabajar la masa hasta que quede homogénea, sin grumos secos. Tapar con plástico film y dejar enfriar en la nevera como mínimo 30 minutos.
Precalentar el horno a 180ºC y preparar unas bandejas. Tomar porciones del mismo tamaño, aproximadamente, y formar bolitas. Colocarlas ligeramente separadas en las bandejas, y añadir unas escamas de sal. Aplastarlas ligeramente si se quieren galletas más planitas y crujientes.
Hornear durante unos 8-11 minutos, hasta que se empiecen a dorar los bordes. Esperar un par de minutos fuera del horno antes de trasladarlas a una rejilla y dejarlas enfriar completamente. Guardar en un recipiente hermético.
Con qué acompañar las cookies sin gluten
Para degustar estas cookies sin gluten no necesitamos más que tener ganas de un bocado dulce. La mezcla de harinas que sustituye al trigo no sólo es apta para celíacos, también nos aporta mucho más nutrientes y proteínas vegetales, por lo que son un bocado energético estupendo para recargar las pilas a lo largo del día. Deliciosas con un vaso de leche o para acompañar el café.
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