Jaime de las Heras
Editor SeniorA ti, a mi, al vecino del quinto, a la cartera, a tu anestesista, al del call center que te molesta con ofertas de telefonía… A todos. Es imposible que a nadie nos importune en casa el delicado momento de secar botellas de vidrio o termos, teniendo que jugar un complicado equilibrio tras lavarlos a conciencia.
He de decir que suelo aprovechar las clásicas botellas de vidrio de algunas leches o de algunos caldos para, evidentemente, reciclarlas y usarlas para mis propios caldos, mis sopas o mis cremas de verduras, pero tiene una contraprestación que no tienen los botes y tarros: su limpieza.
O, mejor dicho, su secado. Al contrario de lo que sucede con los tarros, con una boca lo suficientemente ancha que permite ponerlos sobre un escurridor y, además, usar papel de cocina para facilitar la tarea del secado, las botellas son especialmente bordes. Si es que podemos utilizar esta palabra para una botella, claro.
No solo tienen una boca mucho más estrecha que imposibilita secar manualmente y con más esmero el interior, teniendo que aplicar técnicas algo más elaboradas, como unas pinzas de cocina o unos palillos sujetando el papel de cocina, sino que también, por su forma, nos amargan sobre el escurridor por su pobre equilibrio.
Hasta que un día, como quien no quiere la cosa, llegué a una conclusión evidente tras ver cómo secaban un decantador de vinos en un restaurante. En los restaurantes de cierto relumbrón, tienen una varilla metálica, sujetada con una peana en espiral, que permite colocar los decantadores boca abajo tras haber sido utilizados.
Portarrollos para Papel de Cocina - Negro de Pie, Inoxidable, Organizador Que se Adapta a Rollos de la Mayoría de Tamaños
Exactamente lo mismo que puedes hacer en tu casa con botellas y termos, pero sin dejarte una buena pasta en un escurridor de decantadores, algo que no te recomiendo tener si no tienes varios decantadores o si vas a decantar un vino al año.
En este caso, la solución es más evidente: el clásico portarrollos de papel de cocina. Los mimbres son los mismos: una base más o menos amplia y un cilindro vertical no demasiado grueso que, generalmente, es suficientemente estrecho para que una botella normal o un termo puedan encajar sin complicaciones.
Imágenes | pickpiff
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