Decorar con plantas es una manera sencilla, económica y muy resultona de llenar de vida un hogar y renovarlo. Entonces, ¿por qué tendemos a desterrar las plantas lejos de los fogones? La cocina también puede ser su hogar y, de hecho, es una de las estancias de la casa en la que más útiles pueden resultar: podemos crear un huerto urbano y plantar especias que usar en nuestras recetas; además, nos ayudarán a purificar el aire y a dar color a rincones olvidados.
¿Te estás iniciando en el mundo vegetal? Empezar por plantas de mantenimiento sencillo será la clave del éxito. ¿Tienes un máster en plantas aromáticas y decorativas? Puedes llevar tu sabiduría y pasión por ellas también a tu cocina. Con la ayuda de BOTANISK, la nueva colección de IKEA de edición limitada, será más que fácil: incluye elementos de almacenaje, textiles y de mantenimiento de tu pequeño reino verde. Solo te falta decidir por cuál de estas opciones decorativas te vas a decantar.
Un pequeño huerto urbano
Tengas o no balcón o terraza, la cocina puede ser el lugar ideal para instalar tu pequeño huerto urbano. No, no estamos hablando de uno en el que cultives tomates o patatas, sino de uno en el que crezcan plantas aromáticas que puedas utilizar en tus platos. Albahaca, perejil, cilantro… el abanico de opciones es amplio, pero hay varios factores a tener en cuenta para asegurar la supervivencia de tus condimentos.
Por un lado, la luz. Las plantas aromáticas (como puedes ver en la infografía superior) necesitan de varias horas de luz directa al día. Garantízales esta condición colocándolas junto a la ventana (puedes optar por maceteros con varios soportes, como este (8€) para mayor comodidad).
Por otro lado, y esto es aplicable a todas las plantas que vayas a colocar en la cocina, recuerda que esta es una estancia con muchos cambios de temperatura y humedad. Por eso, lo ideal es colocar tanto las hierbas aromáticas como el resto de los seres vegetales lejos de las fuentes de calor, como el horno o el microondas.
¿Cómo aprovechar en tus recetas las plantas aromáticas que has cultivado? La albahaca es una gran compañera de los platos de pasta; el tomillo puede inspirarte a preparar una tarta de tomates y anchoas como esta; el romero dará un toque muy especial a unas patatas asadas clásicas; y el orégano, además de ser fundamental en muchas pizzas, es perfecto para preparar unas brochetas de tomate y queso, muy refrescantes e ideales para el verano.
Aunque dispongas de muy poco espacio, no tienes por qué renunciar a tu mini huerto urbano. Con ayuda del molde para macetas de papel (15€) de la colección BOTANISK de IKEA podrás plantar unas semillas de tus hierbas aromáticas favoritas en cuestión de minutos y sin necesitar una gran superficie. Un consejo: puedes empezar por plantas como la albahaca, el cilantro o el eneldo, cuya vida es de una temporada, y probar tu destreza en el cuidado de vegetales.
Cocina pequeña, plantas colgantes
No destierres las plantas de la cocina, destierra la idea de que decorar con plantas requiere de una cocina grande. ¡Aprovecha el espacio vertical y apuesta por las macetas colgantes! La edición limitada de IKEA, BOTANISK, incorpora varias opciones de maceteros colgantes: uno de terracota (9€), otro de yute y algodón (9€) y un soporte tejido a mano, de estilo macramé (5€) para que coloques en él tu maceta favorita, esa que compraste en un viaje inolvidable o la que fabricaste en ese curso de cerámica.
Además, BOTANISK guarda detrás una bonita historia: para darle forma a esta colección, IKEA se ha aliado con emprendedores sociales de la India, Tailandia, Jordania y Rumanía que impulsan el empoderamiento femenino y dan trabajo a mujeres artesanas, que han ofrecido toda su experiencia y saber hacer para crear esta colección.
Las plantas perfectas para maceteros colgantes son aquellas cuyas ramas y hojas crecen hacia abajo, como el poto. Si buscas algo más original, la tradescantia, con unas bonitas hojas rosas, puede ser tu elección, al igual que la planta rosario, con sorprendentes “cuentas” verdes que caerán desde el macetero.
Un toque verde
Si lo que quieres no es crear un bosque en la cocina, pero sí darle un toque de verdor, las plantas son un recurso perfecto para renovarla. Las más pequeñas, como los mini cactus, colocados en sencillas macetas como estas (9€), elaboradas por mujeres artesanas a partir de fibra de platanero, pueden decorar las partes más altas de las estanterías, esas en las que no colocas los botes de harinas o especias porque no resultan cómodas.
Para crear una separación visual entre varias zonas, las plantas también pueden ser tus aliadas. ¿Usas una estantería abierta como despensa? Delimítala con un macetero grande, como este (25€) de la colección BOTANISK, también fabricado en fibra de platanero, un material natural y sostenible.
El verdor va por dentro
Si tu cocina no cuenta con la luz suficiente para instalar un huerto urbano o si prefieres reservar las plantas para otra zona de la casa, puedes llenar la estancia de verdor… a través de textiles. Las fundas de cojín de la colección BOTANISK (desde 13€), bordadas a mano, echarán raíces en tus sillas o bancos de cocina. Y la bolsa de jardinería de esta edición limitada (19€) te servirá para guardar trapos y delantales.
¿Tus plantas y hierbas aromáticas conviven ya en perfecta armonía con tus electrodomésticos y demás utensilios de cocina? Los accesorios de materiales naturales serán un buen complemento: este soporte de almacenaje colgante (5€), fabricado a mano, servirá para guardar botes de especias o bolsas reutilizables. Y esta alfombra (29€) tejida artesanalmente protegerá el suelo a la par que dará a la cocina un aire ‘craft’, natural y relajado.
Si reivindicamos cada día más el valor de la sostenibilidad y de los ingredientes naturales en nuestros platos, ¿por qué no hacer lo mismo con la decoración de nuestra cocina?
Imágenes | IKEA
