No sé, no sé... es mirar este delantal y acordarme de los guerreros samurai, no lo puedo evitar. Ese faldoncillo largo y cortado en dos, ese acolchado, perfecto para evitar los envites del combate… creo que me quedé muy prendada de los ropajes de Tom Cruise en El Ultimo Samurai, y claro, así me va, asociando huevos con castañas.
El caso es que el delantal es muy práctico, pues aprovecha la parte inferior como manoplas para tomar cazos, bandejas de horno y demás aperos infernales, sin tener que tomar un momento para buscarlas. Siempre van encima y sin molestar. Solo hay que bajar los brazos, enfundárselos y trajinar seguros y contentos. Las piezas son lo suficientemente largas para procurar una buena libertad de movimientos, y la silueta de la mano se delimita con un pespunte sobre la superficie rectangular, dejando un buen margen para protegernos del calor y abrazar los utensilios con seguridad.
Seguro que más de uno se está acordando de esa abuela o madre tan mañosa con la aguja, que con un solo vistazo y blandiendo un metro y tijeras, fusilan cualquier modelo como si fueran un Zara casero. El delantal se llama Apron y es una creación de Flex para Royal BKV que mejora algunos diseños similares ya vistos antes, pues además de la generosidad en cuanto a dimensiones, dispone de trabillas en las que poder sujetar paños de cocina.
Vía | Ondakin
Más información | Flex, Royal BKV
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