En mi casa el pollo asado lo reservo para esos días en lo que estoy ocupada. Y es que es tan sencillo de preparar como casi todas las elaboraciones al horno, que te permite seguir haciendo cosas y cuando te das cuenta tienes la comida hecha. En la receta de hoy de pollo asado a las dos cocciones hay que estar un poco más pendiente, pero como recompensa obtenemos una carne mucho más jugosa que con el asado habitual.
Para la primera cocción del pollo debemos de hacernos con una olla alta que nos quepa entero, yo he usado una de cocer la pasta, y hervirlo solo en agua o bien en un caldo si disponéis de él. Los tiempos de cocción que os propongo son para un pollo pequeño de aproximadamente un kilo, si no es así el vuestro ir aumentando cinco minutos por cada cien gramos a mayores de carne.
Comenzaremos calentando el agua o caldo en una olla alta y sal, cuando comience a hervir echamos el pollo entero y limpio con los zancos atados con una goma o un bramante de cocina para que no se desarme. Lo dejamos cocer a fuego medio durante 30 minutos. Precalentamos el horno a 190ºC con calor arriba y abajo.
Preparamos una fuente refractaria y le añadimos el aceite de oliva. Colocamos el pollo cocido y lo rodeamos de las patatas en trozos y unos tomates cherry si os gustan. Añadimos sal y pimienta por la superficie de la carne así como el zumo de limón. Horneamos durante otros 30 minutos a la misma temperatura.
Con qué acompañar el pollo asado a las dos cocciones
El pollo asado a las dos cocciones lo suelo acompañar de las patatas y los tomates al horno y un poco de lechuga. Además, el caldo que os sobra de hervirlo constituye una buena base para seguir cociendo unas verduras y preparar una sopa, y así tener preparado un primero casi sin esfuerzo.
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