Dormir la siesta es sano, pero si es de más de una hora puede hacernos engordar: un estudio apunta a su relación con la obesidad

El noble arte de la siesta del que tanto presumimos en España es un placer imperdonable para muchos que además puede tener efectos beneficiosos en la salud, pero cuya práctica puede ser muy distinta en función de la costumbre. La ciencia tiene cada vez más claro cómo debe ser una buena siesta para aprovechar sus virtudes, e incluso se apunta a efectos negativos cuando se descontrolan.

El trabajo 'The relationship between daytime napping and obesity: a systematic review and meta-analysis' ("La relación entre la siesta diurna y la obesidad: revisión sistemática y metaanálisis"), publicado recientemente en la revista Scientific Reports, indaga en la posible relación que el descanso diurno puede tener con el sobrepeso y la obesidad, tanto en adultos como en niños, considerada como la gran epidemia mundial de la sociedad actual.

A través del metanaálisis de diversos ensayos y la revisión sistemática de estudios seleccionados, los investigadores Zixin Cai, Yan Yang, Jingjing Zhang y Yu Liu concluyen que sí se puede establecer un mayor riesgo de obesidad entre los individuos que duermen habitualmente la siesta en comparación con quien no lo hace, pero ese riesgo solo se observa claramente en siestas largas, de al menos una hora o más.

"Al investigar si existe una correlación entre la duración de la siesta y el peso corporal, esperamos arrojar luz sobre el papel de la siesta en el control del peso y contribuir al creciente cuerpo de investigación sobre el sueño y la obesidad", declaran los autores. Consideran además que estos resultados son un primer paso para poder establecer conclusiones más sólidas, dada la limitación de los estudios disponibles y la heterogeneidad de resultados.

Solo mediante el desarrollo de estudios específicos a gran escala se podrán confirmar los hallazgos obtenidos para poder identificar los mecanismos subyacentes que conectan el sueño durante el día y el riesgo de obesidad, y así así desarrollar estrategias más eficaces para el control del peso desde la salud pública.