En España se ha hablado poco de Instant Pot, una olla a presión programable que permite, además, realizar cocciones a baja temperatura y al vapor, pero se trata de un inmenso fenómeno en EEUU.
Solo en el reciente Amazon Prime Day –el día de descuentos para los clientes premium del gigante del comercio electrónico–, se han vendido en EEUU 300.000 unidades del robot de cocina, que estaba rebajado a 59 dólares (cuando suele costar en torno a 100).
En España se despachó la última remesa del producto en solo tres días
En Amazon España también ha sido posible comprar el producto, pero el fabricante no da abasto para satisfacer la demanda. Como ha explicado a Directo al Paladar Chris Stevens, responsable de ventas de Instant Pot para Europa, se puso a la venta una remesa a finales de junio y, aunque la compañía no quiere especificar cuántas unidades salieron a la venta, asegura que duraron solo tres días y no volverá a haber stock hasta dentro de otro mes. Pero ¿por qué tiene tanto éxito este aparato?
En primer lugar, parece un buen producto. Los análisis que se han hecho del invento son inmejorables y los fans de aparato, que se cuentan por miles –y se hacen llamar a sí mismos potheads– aseguran poder hacer prácticamente de todo con el mismo: salteados, guisos, alimentos al vapor, yogures…
Pero Instant Post es también un ejemplo inmejorable de cómo vender un producto en la era Amazon.
¿El robot de cocina definitivo?
El inventor del Instat Pot, Robert Wang, tiene 53 años y es originario de Harbin (China), pero desde hace décadas reside en Otawa (Canadá). Informático de formación, especialista en sistemas de inteligencia artificial, su principal motivación era crear un robot de cocina que le permitiera tener tiempo para hacer la comida a su mujer y sus dos hijos. Contrató a dos ingenieros y empleó 18 meses y 350.000 dólares de sus ahorros para desarrollar la primera versión de Instant Pot.
La compañía no ha invertido un duro en publicidad convencional, le bastó con enviar 200 Instant Pot a chefs, blogueros y periodistas
Su producto era bueno y original, pero nunca habría logrado tamaño éxito si Wang no lo hubiera promocionado en un submundo al que pocas empresas se habían acercado hasta ahora: los grupos de Facebook.
Actualmente, el grupo primigenio de Instant Pot, que se creó hace solo tres años, tiene casi millón y medio de seguidores. Y es tremendamente activo: se publican más de 10.000 publicaciones nuevas al día. Pero, además, Wang permitió que cualquier usuario creara sus propios grupos, blogs o libros de recetas. Hay cientos de ellos: para veganos, celiacos, familias, paleolíticos…
La compañía no ha invertido un duro en publicidad convencional, le bastó con enviar 200 Instant Pot a determinados chefs, profesores de cocina y blogueros. Las críticas sobre el invento se multiplicaron en la red, y también en Amazon, donde las ventas comenzaron a crecer.
La empresa no ofrece datos sobre su facturación, pero asegura que está se ha ido doblando todos los años desde que se lanzara al mercado el producto, en 2011 y que en los últimos tres años se han despachado más de 5 millones de unidades.
Habrá que esperar para echarle el guante.
Imágenes | Instant Pot
En Directo al Paladar | Los siete robots que hay en una cocina profesional y cómo sacarles partido en casa
En Directo al Paladar | Siete recetas para sacar partido al procesador de alimentos