Liliana Fuchs
EditorLa provincia de Cádiz es un paraíso para los amantes de las ventas. Muchas se mantienen con una clientela fiel que sabe que merece la pena desviarse de las carreteras principales para darse un festín con lo mejor de la cocina local. Algunas parecen detenidas en el tiempo, mientras que otras, como Venta Pinto, se han reinventado subiendo al escalafón de restaurante. Pero sin renunciar a aquello que les ha dado verdadera fama: los desayunos de barra de bar de toda la vida.
Fundada en 1925, Venta Pinto se mantiene imperturbable en las afueras de Vejer de la Frontera, a pocos pasos de la carretera nacional, con un local que puede dar lugar a engaño para despistados, pues mantiene por fuera el aspecto de venta tradicional de siempre. Pero hace tiempo que, tras diversas renovaciones, el local ofrece también un restaurante más elegante, sin perder su esencia rústica, con mesas de mantel de hilo y una amplia carta donde comer sin prisas una amplia variedad de platos.
Sin embargo, sin desmerecer la calidad del restaurante, si por algo es famosa Venta Pinto es por su zona de barra, su bar de siempre, donde cada día acuden vecinos, viajeros, turistas y trabajadores de la zona a recargar energías con uno de sus famosos desayunos, al estilo gaditano. La oferta es también variada, enlazando los desayunos más madrugadores con el almuerzo, pero si hay algo que triunfa especialmente son sus bocadillos o montaditos. Con el bocadillo de lomo en manteca como estrella absoluta.
Una más generosa ración de pan local rellena del famoso lomo en manteca artesano elaborado en la propia venta, a un precio de cinco euros en el formato bocata, y tres euros si se prefiere en montadito, más comedido. Además, se puede completar añadiendo más ingredientes, como queso, huevo frito o incluso los camarones fritos al estilo de Vejer, pequeños y crujientes.
Para los más adeptos al susodicho que solo estén de paso, tienen la opción de pasar por el colmado, en la misma venta, y llevarse a casa el mismo lomo en manteca que preparan en sus cocinas, en una bonita orza de barro con manteca colorá o blanca, o en una bandeja con el lomo fileteado. Además se pueden adquirir otras especialidades artesanas de la casa y de la provincia, como manteca con zurrapa, dulces, aceites, embutidos o conservas marineras.
Una buena venta siempre merece un desvío en cualquier viaje, desde el desayuno hasta la recena.
Imágenes | Venta Pinto
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