Qué comer y qué no para evitar los gases intestinales

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Aunque tener gases es tan natural como respirar, la realidad es que cuando se presentan en cantidades excesivas resultan verdaderamente molestos. Por eso, te contamos qué comer y qué no para evitar los gases intestinales.

Cómo se forman los gases en nuestro cuerpo

Los gases se componen principalmente de oxígeno, nitrógeno, dióxido de  carbono, hidrógeno y metano; aunque la culpa del mal olor de los mismos se  debe a la presencia de azufre en el interior.

Como hemos dicho, tener gases es muy natural, de hecho los seres humanos expulsamos diariamente entre 10 y 20 flatos aproximadamente, muchas veces de forma inconsciente.

Dichos gases pueden producirse por el ingreso de aire a nuestro cuerpo, ya sea al masticar, al hablar, al reírnos o al consumir determinados  alimentos, o bien tras la metabolización de alimentos por parte de las  bacterias de nuestro intestino.

Especialmente si incluimos en nuestra dieta muchos alimentos difíciles de digerir o que no son metabolizados en el intestino delgado, pasarán al colon y allí serán fermentados por las bacterias creando entre otras cosas, gases.

Por esta razón, nuestra dieta resulta determinante en la formación de gases pudiendo moderar o exacerbar a su presencia en nuestro organismo.

Gastritis

La alimentación para evitar los gases intestinales

Asi como determinados hábitos y alimentos pueden fomentar el desarrollo de gases en nuestro intestino, también hay otros que pueden ayudarnos a  reducir su presencia. A continuación lo detallamos:

Los alimentos a evitar

  • Chicle o goma de mascar que incentiva la masticación, y también suelen contener carbohidratos fermentables que favorecen la producción de flatos por parte de las bacterias colónicas.
  • Bebidas carbonatadas o gaseosas como los refrescos, cervezas, champagne y otras cuyas burbujas representan el aire que ingresamos al beberlos.
  • Coles, cebollas o ajo en exceso que poseen una gran cantidad de compuestos azufrados y fibra que favorecen la formación de gases, especialmente si no estamos habituados a su consumo o si los ingerimos en apreciables cantidades.
  • Legumbres en demasía que son fuente de fibra en altas proporciones e hidratos de difícil asimilación como el almidón resistente, que en nuestro colón resultan altamente fermentables y por lo tanto, propician la formación de gases. No obstante, se recomienda su consumo habitual sin excedernos en sus proporciones.
  • Gominolas y otras chucherías que resultan concentradas en azúcares y éstos constituyen un buen sustrato para la fermentación de las bacterias del intestino. Por lo tanto, pueden ocasionar una flatulencia excesiva especialmente las gominolas que se digieren en forma parcial en nuestro cuerpo.

Los alimentos que pueden ayudarte

  • Agua como bebida habitual que promueven la hidratación y la evacuación intestinal adecuada, ayudando a prevenir la fermentación colónica excesiva por parte de las bacterias de nuestro cuerpo y así, reducir la formación de gases.
  • Pescados que pueden constituir una excelente fuente de proteínas más fácil de digerir que las carnes y que, a diferencia de estas últimas,  no propician la conformación de gases con alto contenido de azufre.
  • Lácteos fermentados que pueden ser bien tolerados por quienes no digieren en su totalidad la lactosa de la leche y derivados así como también, pueden ayudar a favorecer el tracto intestinal reduciendo la producción de gases y eliminando problemas de estreñimiento.
  • Cereales y derivados especialmente integrales o enteros que si bien se digieren  más lentamente que los refinados pueden favorecer la composición de nuestra flora intestinal y ayudar a evitar entre otras cosas, el estreñimiento que también promueve la formación de gases al estimular la fermentación colónica de los alimentos allí presentes.
  • Frutas y verduras diversas, especialmente cocidas que impiden el estreñimiento y favorecen un adecuado tránsito intestinal; y en el caso de las alternativas cocidas, ofrecen fibra que se digiere fácilmente por nuestro cuerpo.

Además de cuidar la elección de alimentos para evitar los gases intestinales, recomendamos comer despacio, masticar bien cada bocado y no acostarnos inmediatamente después de comer, ya que estos hábitos contribuyen a una menor formación de flatos en nuestro cuerpo.

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Imagen | iStock

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