Este restaurante peruano de Barcelona ha servido ya más de 100.000 cebiches, pero tiene platos aún más ricos

Gastón Acurio es uno de los cocineros peruanos más relevantes de la historia y uno de los primeros que trajo la gastronomía andina a España. Dueño de un emporio presente en una decena de países y con una docena de marcas, desde el cierre tras la crisis de 2008 de su restaurante insignia en Madrid, Astrid & Gastón, se centró en expandirse en otros países.

Pero, a la espera de que abra su esperado nuevo concepto en Madrid, ya desde hace unos años se puede disfrutar de su cocina en el que es, por derecho propio, uno de los mejores peruanos de Barcelona: Yakumanka.

Desde 2017, el restaurante, en el que cocina el discípulo de Acurio Tomás de la Paz, se ha convertido en la referencia de Barcelona para disfrutar de cebiches, pisco sours o anticuchos. De hecho, según sus responsables, lleva servidos ya más de 100.000 cebiches.

Ceviche andino. Salmón macerado en miso y mirin, langostinos, huevas de arenque y huevas de trucha. Muy rico.

Aunque Yakumanka cuenta con todos los clásicos de la cocina peruana, en su carta encontramos algunas sorpresas, más de autor, que lo colocan un peldaño por encima de los peruanos más tradicionales.

Su sala está presidida por una mesa de pescados y mariscos frescos, que son los grandes protagonistas de una carta en la que, si bien podemos disfrutar de un lomo saltado o un ají de gallina, el mar es el auténtico protagonista.

Erizo con leche de tigre de vierais, chalaquitas y aguacate. Buenísimos.

Un vistazo a…

Sin miedo no hay pasión, Begoña Rodrigo, La Salita

Buena materia prima

Es imprescindible probar en Yakumanka alguno de sus cebiches. En nuestra visita nos sugirieron el ceviche andino, una propuesta más nikkei, con salmón macerado en miso y mirin, langostinos y huevas de arenque y trucha. Muy rico.

Pero, al margen de la carta, donde más brilla Yakumanka es en las sugerencias protagonizadas por la pesca del día, que es donde se luce Tomás de la Paz, que además de trabajar para Acurio, se ha formado en las cocinas de Mugaritz.

Tiradito de atún, salsa de rocoto, huevas de arenque y mayonesa ahumada. Magnífico.

Es magnifico el erizo con leche de tigre de vierais, chalaquitas y aguacate o el tiradito de atún rojo, con salsa de rocotó, huevas de arenque y mayonesa ahumada.

Los pescados, que se muestran en la barra central que rodea a la cocina, se pueden pedir enteros, al peso, cocinados de diferentes formas: a la brasa, con diversas salsas peruanas a elegir; o fritos, al estilo nikkei. En nuestra visita tomamos una lluerna frita de este modo, con una salsa agridulce, que estaba muy rica.

También merece la pena pedir algún plato cocinado al wok: los arroces fritos estilo chaufa están también muy ricos.

Yakumanka no es un restaurante económico, el ticket medio ronda los 60 euros, pero es muy agradable, la comida está rica y la materia prima es de una calidad por encima a la de los peruanos más convencionales. Merece la pena.

Lluerna frita al estilo nikkei.

Qué pedir: aunque eleva la cuenta, la propuesta más diferencial de Yakumanka son sus pescados enteros, cocinados con diferentes preparaciones peruanas. También merece la pena los tiraditos y los ceviches. Los platos más tradicionales están bien, pero no se diferencian tanto de los que se sirven en sitios más humildes.