Los expertos de la Unión Europea piden rebajar aún más la presencia de bisfenol A (BPA) en los envases de alimentos

La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, EFSA por sus siglas en inglés, acaba de hacer públicos los resultados de la última reevaluación de la posible toxicidad que tiene el bisfenol A presente en los alimentos. Esta actualización de la evidencia científica concluye que supone graves riesgos para la salud, y reduce notablemente la ingesta diaria máxima tolerable (IDT).

El bisfenol A o BPA es una de las sustancias químicas más controvertidas de los últimos años, cuyos posibles efectos en la salud de las personas ha suscitado controversias y debates en la comunidad científica y expertos en salud pública. Utilizando por numerosas industrias, preocupan las consecuencias que pueda tener su ingesta a través de alimentos que hayan estado en contacto con esta sustancia.

Pese a que hasta ahora los estudios no habían determinado que la exposición normal pudiera ser considerada dañina, en los últimos años se está aplicando el principio de precaución, reduciendo su uso lo máximo posible. Varios países han limitado su utilización en la fabricación de objetos destinados a niños y bebés, y Francia lo tiene prohibido en envases alimentarios.

Qué es el bisfenol A y por qué puede ser dañino

El bisfenol A o BPA es una sustancia química que se emplea en la industria para fabricar plástico de policarbonato, el cual tiene muy diversas aplicaciones. Este plástico se suele utilizar en productos de la industria alimentaria, desde materiales en contacto con alimentos como dispensadores de agua, botellas o envases, a diversos artículos para la producción de alimentos, incluso como revestimiento protectores para latas de bebida y comida, como las conservas.

Como explican en la AESAN, pequeñas cantidades de BPA pueden migrar desde esos materiales cuando están en contacto con alimentos en alimentos y bebidas, de tal modo que podemos ingerirlos. Aunque esa ingesta es minúscula, sabemos que puede actuar como disruptor endocrino, con efectos en el sistema hormonal y la fertilidad. Aunque se sospecha de otros efectos negativos, como una vinculación con la diabetes, los científicos no habían podido encontrar evidencias de que pudiera considerarse realmente dañino.

"La ingesta de bisfenol A supone un riesgo de salud para todos los grupos de edad"

Su uso está regulado por la UE desde que comenzaron las investigaciones sobre este compuesto químico, con diferentes reevaluaciones emprendidas por los expertos de la EFSA. La última, que se abrió a consulta pública a finales de 2021, determina de forma contundente que el bisfenol A en los alimentos constituye un riesgo para la salud.

En palabras de la EFSA, "La exposición alimentaria al bisfenol A (BPA) constituye un problema de salud para consumidores de todos los grupos de edad (...). En una evaluación exhaustiva de las pruebas científicas, y tras las aportaciones de una consulta pública, los expertos de la EFSA identificaron efectos potencialmente nocivos para el sistema inmunitario".

Una drástica reducción de la ingesta diaria tolerable

La Comisión Técnica de Expertos ha reducido así las recomendaciones de ingesta diaria tolerable (IDT) de BPA. Esta cifra define la cantidad que puede ingerirse diariamente a lo largo de toda la vida sin presentar un riesgo apreciable para la salud.

Si en 2015 se fijó en 4 microgramos (4 millonésimas de gramo) por kilogramo de peso corporal al día, ahora los expertos de la EFSA establecen una IDT de 0,2 nanogramos (0,2 mil millonésimas de gramo) por kilogramo de peso corporal al día. Es una reducción de alrededor de 20.000 veces menor.

Con estas conclusiones elaboradas a partir del intenso proceso de reevaluación de informes, estudios y numerosas publicaciones científicas, un proceso que ha durado años, ahora es la Comisión Europa y las autoridades nacionales las que deben debatir y aprobar las medidas legislativas adecuadas para proteger a los consumidores.