Muere Javier Oyarbide, cocinero de Zalacaín, piloto de rallys y gran referente de la gastronomía madrileña

El hijo de los creadores del mítico restaurante Zalacaín era considerado un gran maestro y mejor comensal

Oyarbide Buena
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Ha fallecido a los 58 años de edad Javier Oyarbide, hijo de Jesús Oyarbide y Consuelo Apalategui, fundadores en Madrid del restaurante Príncipe de Viana (1958), y posteriormente Zalacaín (1973), el primer tres estrellas Michelin de España.

Oyarbide empezó a trabajar en las cocinas de los restaurantes de sus padres a los 19 años de edad, deshojando perejil, limpiando pescados o envolviendo croquetas, tareas que aprendió del chef del establecimiento, el pionero de la alta gastronomía Benjamín Urdiáin.

En Zalacaín conoció a los Rolling Stones –que cenaron allí en su mítico concierto de 1982 en el estado Vicente Calderón– y sirvió a, entre muchas otras personalidades de la época, Mario Conde o David Rockefeller.

Entre sus anécdotas la más narrada es que cuenta que la Casa Real Británica se entusiasmó con la chistorra que sirvió en El Escorial en una comida con los reyes Juan Carlos y Doña Sofía.

Bucaro Don Pio El pequeño búcaro Don Pío, uno de los platos míticos de Zalacaín.
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Sin miedo no hay pasión, Begoña Rodrigo, La Salita

El fin de una época

Zalacaín fue durante décadas una de las grandes mesas del poder de España, pero, además, fue un establecimiento pionero en lo que respecta a la gastronomía. Como le ocurrió al otro gran templo de la alta cocina madrileña Jockey (que cerró en 2012), el restaurante no logró encajar el cambio de milenio y la muerte de su fundador, Jesús María Oyarbide, en 2008 y ha cambiado dos veces de mano desde entonces. Actualmente lo gestiona el grupo Urrechu.

Después de vender Zalacaín y tras el cierre de Príncipe de Viana Javier creó con su hermano Iñaki el restaurante IO, una local mucho más informal, con propuestas tradicionales inspiradas en el recetario de la abuela de los Oyarbide Con su hermano Javier también se dedicó a su otra gran pasión: los rallys. Ambos competian con un Vokswagen Golf GTI junto a sus respectivas parejas, Elena y Ángela.

“No sólo era un gran cocinero y un profesional muy relevante de la historia reciente de la gastronomía española, también era una persona generosa, cariñosa y buenísima con sus amigos”, ha apuntado el presidente de la Real Academia de Gastronomía de España, Luis Suárez de Lezo, en X.

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