Son muchos los caseteros que aprovechan la Feria de Abril de Sevilla para hacer su agosto. Sin embargo, algunos recurren a malas prácticas que, como denuncia la asociación de consumidores Facua, son ilegales.
Así lo han denunciado, según explica la propia organización, ante Dirección General de Consumo y Mercados del Ayuntamiento de Sevilla, señalando directamente al casetero de la caseta Centro Asturiano por sumar un recargo ilegal al ticket final.
Nada más y nada menos que de un 15% ha sido el aumento de la comanda, que en este caso ha correspondido a 3,54 euros, para una cuenta total de 27,14 euros. Tras preguntar el por qué del extra, parece que se remitieron a responder al cliente con un "por ser Feria".
Lo cierto es que, por ser Feria o dejar de serlo, no se puede poner ningún extra que no esté previamente advertido o que sea ilegal, aún menos cuando el concepto de este plus se limitó a considerarse como "incremento en total".
La práctica, más o menos habitual en momentos puntuales del año como ferias o festivales, además de en otro tipo de eventos muy multitudinarios, vuelve a poner sobre el foco del hostelero ciertas malas artes que no rozan la picaresca, sino que caen en la mala fe.
Según Facua Sevilla, el recargo aplicado a estas consumiciones y reseñado en el ticket "no aparece en la carta de precios que se exhibe en la caseta Centro Asturiano". Aún así, de hacerlo, sería igualmente una vulneración de la legislación, como explican desde el comunicado de prensa de Facua.
De hecho, si se aplica el artículo 71.4.2ª de la Ley 13/2003 de 17 de diciembre, de Defensa y Protección de los Consumidores y Usuarios de Andalucía, lo que está cometiendo esta caseta, cuya oferta hostelera está gestionada por el Catering Rocío Panal, se trata de una infracción por "cobrar o intentar cobrar a los consumidores precios superiores a los anunciados".
Una problemática que además no sólo es ilegal, sino que topa con la indefensión del consumidor que desconoce sus derechos como cliente, como ya explicamos hace unos días al recordar, por ejemplo, los suplementos que aplican los bares en la terraza, según la OCU.
Algo que también sucede con el cobro del agua, por imponer el pago del cubierto o servicio —algo también ilegal— o por cobrar productos que se han puesto sobre la mesa, pero que el consumidor ni ha pedido ni ha tocado.
De momento, la pelota está en el tejado del Departamento de Consumo del ayuntamiento hispalense, que deberá pronunciarse sobre una hipotética apertura del expediente sancionador a la empresa por estas irregularidades. Razón por la que Facua Sevilla también advierte a los consumidores de su derecho a reclamar esa devolución del recargo.
Imágenes | Facua Sevilla
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