La viralidad en las redes sociales se extiende más rápido que un resfriado en una guardería, por lo que no nos extrañaría nada que el último truco de cocina del momento llegue pronto también a España. Pero antes de probarlo ya adelantamos que no recomendamos a nadie ponerlo en práctica: es peligroso, no tiene tantas ventajas y encima podría arruinar lo que estés preparando.
Los trucos o hacks que más se popularizan suelen triunfar por llamativos u originales, y porque, teóricamente, ahorran tiempo, esfuerzo y dinero. Claro que el remedio puede ser peor que la enfermedad, y en este caso vemos más riesgos que posibles ventajas.
El truco en cuestión pretende hacer más fácil el uso de una batidora eléctrica de varillas de mano, la que empleamos para batir huevos, montar claras, hacer merengue, montar nata o batir masas de repostería y mezclas más líquidas o húmedas. Un básico de cualquier cocina, sobre todo para quien elabore repostería y dulces con cierta frecuencia.
Pues al parecer hay gente que le supone un gran esfuerzo y tedio tener que aguantar la batidora mientras bate, a pesar de que solo tenemos que dejar que sea la máquina la que gire las varillas a toda velocidad. Y el truco para poder dejarla sola trabajando consiste en colocarla a través de los espacios de una rejilla.
La idea es colocar sobre el cuenco, bol o recipiente donde tengamos la masa o lo que queramos batir, una rejilla de barras paralelas, como la típica de horno o de una fuente de asar. Y luego colocar las varillas de la batidora atravesando esa rejilla, para situar la propia máquina encima, de tal modo que se pueda dejar apoyada sin tocarla.
Se supone que así puedes poner en marcha la batidora y dejarla sola batiendo, ahorrándote trabajo, esfuerzo de mano o tiempo, porque puedes ocuparte en otras tareas mientras la máquina trabaja. El descubrimiento ha sido compartido en redes como Instagram o Tiktok y se ha viralizado entre muchos usuarios, llegando a hacerse eco de ello medios estadounidenses especializados donde alaban la idea.
En The Kitchn les parece una manera estupenda de evitar calambres y dolores musculares en la mano o la muñeca, y muy práctica para hacer una buttercream, nata montada o el ya mencionado paso de montar claras de huevo.
Pero también mencionan que existe el riesgo de que se produzca un sobrebatido de la mezcla, un error habitual cuando se trabaja con nata montada o huevos, incluso de una masa corriente de repostería, pudiendo llegar a pasarte del punto deseado e incluso estropear por completo la elaboración.
Además, vemos un gran riesgo en dejar una máquina como la batidora trabajando sin sujeción ninguna sobre una superficie tan endeble como una rejilla en equilibrio sobre un bol. En cualquier momento puede desviarse, caerse y provocar un caos de película en la cocina, con todo el peligro que conlleva. No solo podríamos terminar con pegotes de masa o huevo volando por todas partes, podríamos provocar un accidente con daños físicos.
Nuestra recomendación, por tanto, es ignorar este truco y seguir usando la batidora eléctrica sujetándola con la mano. Las batidoras amasadoras de base fija sí trabajan ellas solas sin que las tengamos que sujetar, y pueden ser la mejor alternativa para personas con problemas en las articulaciones o de movilidad reducida que tengan dificultades para manejar un modelo de mano.
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Fotos | Freepik - ArthurHidden - Callum Hill/Unsplash
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