Algunas comidas tradicionales de Año Nuevo por el mundo

Algunas comidas tradicionales de Año Nuevo por el mundo
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Hay un dicho popular que reza "año nuevo, vida nueva", pero si hay una ocasión en la que los seres humanos tendemos a repetir tradiciones, es, entre otras, el cambio de año. Independientemente del calendario en sí mismo - ya que responde a circunstancias históricas concretas, algo caprichosas -, despedir y comenzar un nuevo año es un acontecimiento que todas las culturas consideran de suma importancia. Por eso no es de extrañar que encontremos comidas y alimentos tradicionales de Año Nuevo por todo el mundo.

Como no me canso de señalar, la comida va de la mano de las tradiciones y de la cultura del hombre, acompañándolo a lo largo de la historia. En muchas ocasiones juega un papel fundamental por su importancia simbólica, y aunque hoy cada vez se abandonan más las creencias y ritos, hay ciertas costumbres tradicionales que mantenemos año tras año. Mi compañero minue ya nos desveló el origen concreto de nuestras famosas doce uvas de la suerte, pero hoy os invito a descubrir algunas comidas típicas de año nuevo de otras culturas.

Legumbres y vegetales

Hopin

Hay dos grupos de alimentos que cobran una especial relevancia en las celebraciones del Año Nuevo, pero que curiosamente son de origen humilde y típicos de cocinas populares: las legumbres y ciertos vegetales. En concreto, hay que destacar la presencia de verduras de hoja verde en muchos menús de todo el mundo. Coles de distinto tipo, la berza o las acelgas simbolizan con su color la riqueza, la fortuna y la estabilidad económica. En Dinamarca por ejemplo, es popular la col verde guisada, mientras que en Alemania y otros países centroeuropeos se decantan por la típica col fermentada del famoso plato Sauerkraut.

Las legumbres también se relacionan con la buena suerte, especialmente las lentejas y las alubias o judías de distintas variedades. En muchos hogares italianos se mantiene la costumbre de consumir lentejas después de medianoche o durante la comida del nuevo año, pues su forma recuerda a una moneda. En ciertas zonas del sur de Estados Unidos son populares los guisos de judías, especialmente las pintas, destacando el plato llamado Hoppin' John, en el que se acompañan de arroz y guisantes.

Carnes y pescados para atraer la buena suerte

Zampone

El cambio de año también es la ocasión perfecta para enriquecer la mesa con platos de carne, especialmente con cerdo. En épocas anteriores sacrificar un animal era un evento importante y señalado, que no todas las familias se podían permitir con frecuencia, por eso siempre que se podía se reservaba para momentos especiales. Además, precisamente por esto, el cerdo simboliza para muchas culturas la riqueza económica.

El cerdo asado, el cochinillo a la brasa, las salchichas de todo tipo e incluso las manitas de cerdo, son consumidas durante los primeros días del año en muchos países, desde Latinoamérica hasta Alemania o Estados Unidos. En Italia es frecuente acompañar las lentejas ya comentadas con platos de cerdo, como el cotechino o el zampone. La grasa o manteca también adquiere protagonismo al atribuírsele el poder de atraer la buena fortuna al hogar.

En cuanto al pescado, sigue siendo una de las opciones mayoritarias para muchos hogares en la última cena del año y en las primeras comidas del siguiente, en parte por la herencia católica de prohibir la carne en fechas señaladas. El bacalao es el favorito en muchas mesas escandinavas y también en Italia, mientras que en ciertas regiones de Alemania celebran el Año Nuevo con recetas de carpa. En Suecia el pescado cobra especial protagonismo en multitud de platos especiales, ya que simboliza la buena suerte. Y, como no podía ser menos, también tiene una fuerte presencia en las tradiciones japonesas, con preparaciones como el kamaboko, una especie de pasta de de dos colores cocida al vapor, o las tazukuri, sardinas secas.

Dulces y panes especiales

Vasilopita

Siendo una ocasión que sucede a continuación de la Navidad, está claro que también los dulces y panes juegan un importante papel en la bienvenida del nuevo año. En muchos hogares las preparaciones de dulces tradicionales comienzan días antes de Nochebuena y se extienden hasta entrado el mes de enero, como un símbolo de las celebraciones y también como ofrenda a los invitados para felicitar el nuevo año.

En Dinamarca es típico el kransekage, un gran dulce a medio camino entre pastel y galleta, a base de múltiples capas de anillos concéntricos. Juntos forman una torre decorada con galletas, banderas y otros elementos, con la que se busca atraer la felicidad y prosperidad durante el nuevo año. La masa se elabora con azúcar, almendra y clara de huevo, siendo por tanto muy similar al mazapán. También de mazapán es el curioso Glücksschwein, el cerdito de la suerte. Se realizaba sobre todo antiguamente en pueblos germanos para atraer la fortuna a falta de cerdos reales que sacrificar.

Mientras que en España y otros países tenemos un pan dulce especial para celebrar la Epifanía, el roscón de reyes, en otros lugares hornean algo similar para Año Nuevo. Sucede así en países bálticos, aunque destaca especialmente Grecia con su vasilopita, asociado a San Basilio, el 1 de enero. Se trata de un pan o pastel redondo que se corta en forma de cruz a medianoche siguiendo un ritual para bendecir el hogar. La masa contiene una moneda o anillo que otorga buena suerte al comensal que la encuentra.

Costumbres y tradiciones

Osechi Ryori

Aunque en su origen muchas de estas comidas simbólicas se asociaron a determinados actos ceremoniales, lo cierto es que con el paso del tiempo ese carácter ritual se ha ido perdiendo. Pero en algunos casos, la costumbre de tomar un alimento concreto con la llegada del Año Nuevo adquiere cierta complejidad asociada a ritos más elaborados que todavía hoy se mantienen.

En Filipinas las familias celebran durante la noche del 31 de diciembre la llamada Media Noche, toda una fiesta que simboliza sus esperanzas de prosperidad y buena suerte para el nuevo año. Durante el festejo se sirven alimentos con formas redondas, simbolizando el dinero, especialmente frutas con forma naturalmente circulares, como el melón, la naranja o la uva. En ocasiones se sirven hasta doce tipos distintos, una por cada mes del año.

Y una de las culturas en las que actualmente se siguen manteniendo con fuerza muchas de sus tradiciones es sin duda la japonesa, donde además la comida juega un papel simbólico esencial. Aunque Japón debe mucho de su herencia a la cultura china, celebran el cambio de año según el calendario gregoriano, y es cuando cobra protagonismo el Osechi Ryouri, la comida de Oshogatsu, el Año Nuevo, que normalmente se prepara días antes. Está formada por varios platos diferentes, todos simbolizando aspectos concretos de la buena suerte, la prosperidad y la salud. Por ejemplo, kobumaki son algas enrrolladas que se relacionan con la felicidad, o el kurikinton, un puré dulce de castañas que simboliza la fortuna en el trabajo.

Estos son sólo algunos ejemplos de la importancia que tiene la comida en la simbología cultural de muchos pueblos diferentes a la hora de festejar el cambio de año. No todos nos guiamos por el mismo calendario - el Año Nuevo chino se celebra más tarde, por ejemplo -, pero no hay duda de que es un sentimiento común y universal el considerar la llegada de un nuevo año como algo de gran importancia. Y en todo acontecimiento que se precie, la comida siempre juega un papel fundamental.

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