Quiche de calabacín, tomatitos cherry y quesitos, el sencillo pero irresistible placer de los QuesoLovers

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Masa quebrada con una mezcla de nata, huevos y quesitos, nuestros ingredientes favoritos como relleno. ¿Qué más se puede pedir para elaborar en muy poco tiempo una comida o una cena deliciosa y deleitar a un auténtico QuesoLover?

Se trata de una de las elaboraciones más tradicionales de la cocina francesa, y que más nos gustan en todas sus versiones. La original, la quiche Lorraine nació en Nancy, capital de la región de Lorena, a principios del siglo XVII y lleva cuatro siglos triunfando. Lo mejor es podemos elaborar mil y una recetas diferentes de esta quiche. Eso sí, resulta imprescindible batir muy bien los huevos y la nata y añadir quesitos, que darán como resultado una quiche suave y muy sabrosa.

Los quesitos de La vaca que ríe son un valor seguro. Aportarán la cremosidad que esta receta exige, un sabor único y la tranquilidad de saber que no llevan conservantes, colorantes ni aromas añadidos. En su versión light, que es la que usaremos en esta receta, además, no añadiremos más que 23 kcal en cada porción.

Estas porciones de queso fundido no deben faltar nunca en la nevera, porque recurriremos a ellas en multitud de ocasiones. De hecho, resultan muy versátiles para dar textura a cremas o añadir sabor a nuestras salsas, son perfectos para cualquier receta que lleve queso y también se pueden convertir en un as en la manga a la hora de hacer un sinfín de postres. Además, los quesitos La vaca que ríe light son un excelente snack para tomar en cualquier momento: a la hora de desayunar, a media tarde e incluso para improvisar un delicioso postre tras la comida y la cena.

En esta ocasión, veamos cómo se integran en nuestra propia versión de quiche.

Receta de quiche de calabacín, tomatitos cherry y quesitos

Ingredientes

  • 8 quesitos La vaca que ríe light
  • 1 calabacín
  • 200 gramos de tomatitos cherry
  • 1 puerro
  • ½ cebolla dulce
  • 300 ml de nata para cocinar
  • 4 huevos
  • Aceite de oliva
  • Sal
  • Pimienta
  • 1 lámina de masa quebrada
  • Tomillo seco

Cómo hacer la quiche de calabacín, tomatitos cherry y quesitos, paso a paso

En primer lugar, encendemos el horno a 200 °C, con calor arriba y abajo.

Mientras el horno va tomando temperatura, estiramos la masa quebrada sobre el molde en el que vayamos a realizar la quiche. Son ideales los moldes bajos, con los bordes ondulados. Lo importante es que ajustemos bien la masa a las paredes del molde y que, si sobresale algo de masa, cortemos ese sobrante para que quede bien ajustada al molde.

Pinchamos el fondo de la masa con un tenedor y colocamos encima un poco de papel de hornear, cortado más o menos al mismo tamaño y lo cubrimos con unos garbanzos secos. Esto se hace para que la masa no suba durante el horneado y quede lisa y uniforme.

Masa

Metemos en el horno, que ya estará a la temperatura deseada, y horneamos durante 12 minutos, aproximadamente. Queremos que la masa se haga un poco, pero no debe llegar a dorarse, de modo que, si vemos que va tomando color, la podemos sacar un poco antes.

Una vez que tenemos la masa quebrada fuera del horno, y con cuidado de no quemarnos, retiramos el papel de hornear con los garbanzos secos.

Aparte, limpiamos el puerro retirando las capas exteriores, las raíces y el extremo más verde. Cuando tengamos el corazón del puerro, lo picamos en brunoise, es decir, en daditos finos.

La cebolla, por su parte, la picamos en juliana fina, es decir, en tiritas. Lavamos el calabacín, retiramos los extremos y, sin pelar, lo picamos en rodajas finas.

Calabacin

Acercamos una sartén amplia al fuego con un hilito de aceite de oliva virgen y salteamos la cebolla y el puerro durante unos minutos, a fuego suave. En el momento en que comiencen a ablandarse, añadimos el calabacín y subimos un poco el fuego. Seguimos cocinando hasta que la verdura esté bien hecha y dorada. El calabacín puede soltar bastante agua, en ese caso, subimos el fuego un poco y cocinamos hasta que reduzca. En cuanto las verduras estén listas, apartamos del fuego y reservamos.

Por otro lado, en un bol, batimos la nata, los huevos y los siete quesitos light de La vaca que ríe. Una vez batidos, ponemos al punto de sal y pimienta negra.

Quesitos

Volcamos la mezcla de quesitos, nata y huevos sobre el molde con la masa y extendemos después el relleno de verduras, repartiendo bien, de forma que quede todo bien integrado. Por último, colocamos, bien repartidos, los tomatitos cherry partidos por la mitad.

Volvemos a meter en el horno, de nuevo a 200°C con calor arriba y abajo, y horneamos durante 30 minutos o hasta que veamos que el relleno está bien cuajado y la masa doradita.

Sacamos del horno y adornamos con un quesito más, bien desmenuzado. En el momento de servir, se puede adornar con unas hojitas de tomillo fresco, con un poco de eneldo o albahaca también frescos, o cualquier otra hierba que le aporte un toque de color y frescor. Esta quiche se puede tomar caliente o templada. Es posible desmoldarla, pero también queda muy bien servirla en su propio molde, sobre todo si es de un bonito vidrio o loza.

Quiche

Y si quieres hacer la masa quebrada casera

En esta ocasión hemos optado por usar masa quebrada ya hecha, que dan muy buen resultado y, así, aceleramos mucho el proceso. Sin embargo, si disponemos de tiempo, hacer nuestra propia masa quebrada para la quiche de calabacín y quesitos es muy sencillo.

Colocamos en un bol 150 gramos de harina tamizada en forma de volcán. En el centro, ponemos 75 gramos de mantequilla fría cortada en dados y mezclamos hasta obtener una especie de mezcla granulosa, como de galletas rotas. Añadimos un huevo, 50 gramos de azúcar y un pellizco de sal, y trabajamos la masa, mezclándola, pero sin amasar, hasta que quede uniforme. A continuación, hacemos una bola con ella, la envolvemos en film y la dejamos reposar en la nevera unos 30 minutos. Pasado ese tiempo, ya podemos estirarla y preparar nuestra quiche.

Un buen acompañamiento, y tu quiche será un perfecto plato único

Esta quiche de calabacín, tomatitos cherry y quesitos es un plato muy completo y saciante. Con un acompañamiento ligero y sencillo, tendremos un menú completo y no necesitaremos más. Podemos preparar una ensalada de hojas verdes, como lechuga, hoja de roble y canónigos, muy sencilla y bien aliñada, y acompañada con algún elemento crujiente, como nueces. Esta ensalada es perfecta para acompañar la quiche, sobre todo, si la vamos a tomar caliente.

También podemos optar por una crema de verduras, por ejemplo, una crema de coliflor o una sopa de pollo. Y, si lo que buscamos es preparar un menú informal, en forma de picoteo, para una cena con amigos, lo ideal es acompañar la quiche con algunos bocados que serviremos al mismo tiempo, ya sea una tabla de embutidos, unos dátiles rellenos con quesitos La vaca que ríe o unos canapés de aguacate con salmón ahumado.

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