Aunque no bebas todos los días, hay situaciones en las que, para varias generaciones de españoles, no beber es casi impensable: una comida de fin de semana, una boda, una quedada con amigos, un concierto… Sabemos que el alcohol es malísimo, pero nos entregamos a él sin pensarlo siquiera.
Tocaban Weezer en Barcelona, un concierto único de una banda que visita España con cuentagotas y ¿cómo no vas a hincharte a cerveza? Lo haces, aunque sabes que, paradojas de la vida, a la mañana siguiente has quedado para hacer un reportaje sobre la primera tienda de España especializada en bebidas sin alcohol. El titular se hace solo.
En el barrio de Gràcia pasa menos desapercibido un tipo con resaca que una tienda especializada en vinos, destilados o cervezas sin alcohol. Pero es algo que podría cambiar dentro de poco. Según la última Encuesta sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias en España (ESTUDES), elaborada por el Ministerio de Sanidad, el 24% de jóvenes mayores de 15 años se declara abiertamente abstemio. La frecuencia de consumo ha disminuido de forma sostenida desde 2012.
Es algo que sabían bien las fundadoras de Sense, las estadounidenses Deborah Núñez y Kimber Lockhard, que vieron un nicho de mercado totalmente abandonado por las bodegas tradicionales: el de las nuevas bebidas sin alcohol que están surgiendo no para sustituir a los refrescos, sino para constituir una alternativa adulta a vinos, destilados y cervezas.
Como nos explica Maggie Crifasi, natural de Luisiana, socia también del establecimiento y la persona que atiende el día a día del negocio, sus compañeras llegaron a Barcelona y no encontraron ninguna tienda en la que se ofrecieran este tipo de bebidas.
Desde Sense no buscan demonizar el alcohol –aunque haya bastantes razones para hacerlo–, sino ofrecer alternativas. “Hay muchas razones por las que puedes necesitar bebidas sin alcohol”, explica Crifasi. “Kimber estaba embarazada y ya tenía esas opciones en EEUU, pero no lo vieron aquí. Y a Deborah le gustaba mucho la idea de poder disfrutar y celebrar con claridad. Es decir, no siempre alrededor del alcohol”.

El nuevo amanecer de las bebidas sin alcohol
Aunque una tienda como esta es novedosa en España, no lo es el consumo de bebidas sin alcohol, un terreno en el que, de hecho, nuestro país es pionero.
La cerveza sin alcohol está más consolidad aquí que en ninguna otra parte del mundo. Solo en 2024 las ventas crecieron un 4%, según el Informe Socioeconómico del Sector de la Cerveza en España. Con un 14% del total de cerveza, España es el país líder en producción y consumo de esta variedad en Europa.
En Sense tienen una amplia variedad de cervezas, también de pequeños productores. “Otras variedades y no la lager típica de siempre”, apunta Crifasi.
Pero en lo que destacan es en la oferta de vinos y destilados sin alcohol, un terreno apenas conocido en España, que, según explica la dependienta, ha pegado un cambio tremendo en los últimos años: “Hace cinco años todos los vinos sin alcohol eran terribles”.

Esto no quiere decir que no siga habiendo mucho producto malo, con un montón de azúcar, que más parece un zumo que un vino, pero muchas empresas se están poniendo las pilas para mejorarlo, precisamente porque ven que hay clientela.
“Los millenials estamos moderando nuestro consumo y estamos empujando el mercado”, asegura Crifasi. Ella misma, a sus 35 años, ha dejado de beber, al menos por un tiempo.
“Yo he trabajado en muchos bares en Estados Unidos”, explica. “Tengo formación en coctelería y eso me apasionaba. Estaba aquí como encargada de seis bares a la vez. Soy muy fiestera y, ‘venga, un chupito, otra birra más’. Yo tengo el hábito de querer una cerveza o querer hacer un cóctel y cuando puedo tener algo en mi mano que me satisface, pero sin alcohol, ayuda”.
El caso de Crifasi no es ni mucho menos único. Y es algo a lo que también se están enfrentando los restaurantes. La tienda ejerce, de hecho, como distribuidora de más de diez restaurantes con estrella Michelin de Barcelona, que necesitan tener en su carta cada vez más opciones sin alcohol.
“Si te dejas una pasta en un estrella Michelin parece raro no tomar vino”, explica Crifasi. “Ellos también están notando la bajada en el consumo de alcohol y no conviene que la gente no beba porque se nota en la facturación”.

En busca de buenas bebidas sin alcohol
Aunque Sense tiene también tienda virtual, no les importa ejercer de prescriptores, recomendando productos que, a su juicio, merecen la pena. “Cada cosa que nos llega la filtramos, la evaluamos y la vendemos si es realmente algo interesante para nosotros”, explica Crifasi, que nos ha recomendado algunos productos en concreto para iniciarse en el mundillo.
Vinos
La producción de vino sin alcohol es muy compleja. Al igual que ocurre con la cerveza, hay que hacer un vino con alcohol para después evaporar este y desalcoholizarlo. El problema es que, en el proceso, el vino pierde muchos más matices que la cerveza (entre otras cosas porque hay que quitarle mucho más alcohol) y es difícil que no quede algo más parecido a un mosto.
Es, además, un proceso más costoso que hacer un vino joven normal, por lo que tampoco hablamos de vinos especialmente baratos; aunque, al ahorrarse por otro lado el impuesto sobre el alcohol, hay buenas referencias por en torno a 15 o 20 euros.

Crifasi recomienda los vinos de la bodega sueca Gnista. Esta empresa, para dar más complejidad al vino, tras su desalcoholización los maceran con diferentes especias y verduras.
En la categoría sin alcohol son especialmente abundantes los vinos espumosos, pues es más fácil disimular sus carencias con frío y burbujas. Pero no todos son vinos desalcoholizados; una de las referencias favoritas de Crifasi son los vinos espumosos de Copenhagen Sparking Tea que, como su propio nombre indica, se elaboran con té. “Fueron creados por el sommelier de un tres estrellas Michelin que creó la categoría para maridar con los platos”, explica la dependienta.

Por último, Crifasi recomienda el vino sin alcohol pionero de España, Win, que elabora desde 2008 el Grupo Matarromera. “Es el pionero y ha mejorado mucho”, explica Crifasi. “Lo añejan 12 meses en barrica. Esto es importante porque el resto usan siempre vino joven y no coge todos los matices. Tiene cuerpo y cambia mucho el sabor”.
En cuanto a vinos blancos, recomienda el Neverwein, smells like albariño, un homenaje al mítico disco de Nirvana que ideó David Seijas, exsumiller de elBulli y autor del libro Confesiones de un sommelier, en el que explica su experiencia con las adicciones, que le llevaron a dejar de beber.

Destilados
En Sense tiene las referencias comerciales que, últimamente, han sacado las grandes marcas de destilados, pero dan especial importancia a los productores más artesanos, que están logrando auténticas virguerías.
La mejor marca de destilados sin alcohol, asegura Crifasi, es Sober Spirits. Con sede en Francia, la empresa fabrica una amplia gama de bebidas 0,0 que se elaboran extrayendo el alcohol a auténticos destilados.
Hay de todo: ron, ginebra, amaretto… En nuestra visita pudimos probar el whisky y es sorprendente, pues tiene muchos de los aromas característicos de la bebida, pero entra como un zumo, algo que incluso confunde a tu cerebro. Resulta muy extraño. “Es la mejor gama que puedes conseguir, para alta coctelería”, explica Crifasi.

Cerveza
Aunque la cerveza sin alcohol es mucho más fácil de encontrar en otras tiendas, en Sense prestan especial atención a pequeños productores de cerveza artesanal, con referencias sin alcohol que se salen de lo habitual.
“Si solo puedo elegir dos, me quedo con Breex y Force Majeure, que son son mis favoritas”, apunta la dependienta.
El secreto para lograr una buena cerveza sin alcohol, explica Crifasi, reside en añadir más lúpulo y algunas especias o cítricos para compensar los sabores que se pierden tras la desalcoholización.
Mientras escribo esto me he tomado la cerveza Breex que me regaló Crifasi, una IPA con la acidez bien equilibrada, sabrosa, que te hace pensar que estás bebiendo una auténtica cerveza, pero con menos de 0,5% de alcohol. Y, sí, parece posible cambiar esto al menos por las cañas del jueves. Incluso las del viernes. Mal no nos vendría a cualquiera.