Muy frecuente en los cereales infantiles, algunos de ellos grandes éxitos de la industria, el arroz inflado no solo lleva presente años en nuestra vida en esta forma, sino también como tostadas, tortitas o como snack, muy a menudo convertido en un aperitivo fácil y rápido de media mañana, aunque es en su versión dulce como más solemos conocerlos.
Hoy, para libraros de parte de la industria, os enseñamos a hacer arroz inflado casero para que quede crocante y crujiente —que no son lo mismo— y que lo utilicéis a vuestro gusto en postre, pastel o incluso como ingrediente principal para hacer algún turrón.
No es una receta difícil, aunque sí es laboriosa pero el resultado merece la pena para ahorrarnos las calorías habituales que veríamos en cereales tan populares como los famosos krispies de Kellog's y que nos permitirá además añadir lo que más nos guste a ellos, como un poco de miel o incluso unos toques de jamón que emularán a un famoso aperitivo que todos tenemos en mente.
Además, esta receta de arroz inflado casero os va a permitir hacer una buena cantidad que aguantará bastante si la guardamos en un envase hermético y la alejamos de la luz, el calor o los olores bruscos, así que podéis tener unos cereales caseros sin complicaciones.
Ponemos el agua a hervir y cocemos el arroz durante 20 minutos cuando haya empezado a hervir. Pasado ese tiempo colamos y escurrimos todo lo posible con un colador y un escurridor.
Cuando el arroz ya esté bien seco, lo colocamos en una bandeja de horno con papel vegetal y lo esparcimos perfectamente para que no esté amontonado y colocamos en el horno con ventilador a 70 ºC durante 90 minutos aproximadamente: cuanto más deshidratado esté el arroz mejor quedará al final.
Por último pon el aceite a calentar y fríe en tandas de poca cantidad con el aceite muy caliente y en cuanto deje de echar burbujas colamos rápidamente el arroz para que no se queme.
Sacamos en papel secante y añadimos sal al gusto.
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Cómo utilizar al arroz inflado casero
Ya sea como desayuno o merienda con un vaso de leche resultarán perfectos, pero también los podemos mezclar con otros elementos como muesli, granola o frutos secos triturados o convertirlo en polvo para hacer barritas energéticas caseras.
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