Dicen algunos que comer verduras es triste, pero nosotros no lo creemos si para comer ponemos esta colorida y alegre ensalada de calabaza y queso feta. La calabaza, cuando está en su mejor época, suele tomarse en sopas y guisos, pero en esta ocasión despunta con su color naranja en este plato vegetariano.
Esta ensalada templada la hemos acompañado de remolacha, si queréis comprarla fresca añadirla al horno junto con la calabaza, nosotros en esta ocasión hemos comprado remolacha en conserva, pues no conseguimos encontrarla en ninguna frutería.
Comenzaremos precalentando el horno a 200 grados centígrados. Cortamos la calabaza en trozos del mismo tamaño, las echamos en una fuente resistente al horno y les añadimos dos cucharadas de aceite, salamos. Horneamos durante cuarenta minutos. Mientras, picamos las remolachas en dados así como el queso feta.
En una fuente de servir ponemos una cama de mezclum de lechugas, añadimos las nueces, el queso, la remolacha picada y por último los dados de calabaza templados. Salamos a nuestro gusto.
Para hacer el aliño mezclamos todos los ingredientes en un recipiente con tapa, agitamos con fuerza y lo añadimos por encima de la ensalada. Servir rápidamente.
Con qué acompañar la ensalada otoñal de calabaza y queso feta
La ensalada otoñal de calabaza y queso feta es ideal para disfrutar en estas fechas de esta hortaliza de temporada. Ligera, pero muy sabrosa este plato vegetariano resulta ideal para una cena sencilla acompañada de un consomé.
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