Dicen que los gallegos comemos mucha patata, en mi caso este tópico se cumple pues soy una autentica fan de este tubérculo, pero sinceramente me canso de tomarlas de la misma manera, por lo que siempre estoy en busca de nuevas formas de disfrutarla. Como por ejemplo esta ensalada templada de patatas y tomates secos, tan rica y distinta.
Esta ensalada de patata podemos tenerla hecha con antelación y tomarla también fría si la hemos conservado en la nevera, yo como casi siempre la suelo hacer mientras que preparo la carne o el pescado que la acompañará, la disfruto templadita en la mayoría de las ocasiones.
Comenzaremos pelando las patatas y cortándolas en rodajas como de medio centímetro de grosor. Las ponemos a remojo cinco minutos en un bol con agua y un sobre de azafrán.
Seguidamente las escurrimos del agua y las cocemos al vapor durante 25 minutos o hasta que están tiernas al pincharlas, pero no deshechas. Una vez pase el tiempo las reservamos en una fuente.
Cortamos la cebolleta muy menuda y al echamos en un bol, añadimos los tomates secos picaditos, las patatas reservadas y salpimentamos, espolvoreando tomillo seco por encima. Mezclamos la mostaza a la antigua, el vinagre y el aceite y vertemos el aliño por encima de todos los ingredientes. Removemos con cuidado y servimos.
Con qué acompañar la ensalada de patata y tomates secos
Esta ensalada de patata y tomates secos es perfecta como guarnición de un pescado a la plancha o una carne. Llena de sabor, podemos preparar si tenemos prisa, una versión rápida con patatitas en conserva, aunque si tenéis tiempo yo os aconsejo hacerlas vosotros pues mejora mucho el sabor de la ensalada.
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