Si una gotita de nostalgia asoma por tu mejilla no diremos que es una lágrima, sino el recuerdo de los bollycaos de cuando éramos pequeños. Ahora, por suerte o por desgracia, han cambiado y no nos damos los mismos atracones.
Nuevos tiempo, pero también recetas clásicas como esta que os traemos de bollycaos caseros para que os deis un capricho puntual en casa o los hagáis para la merienda o el desayuno —insistimos en lo de puntual— para vuestros hijos.
Quizá pudiera parecer en esencia una receta complicada, pero la realidad es que apenas necesita tiempo de levado y el amasado y formado son igualmente rápidos. Además, los ingredientes que hacen falta los tenemos en cualquier casa, así que no temáis.
En este caso, además, el relleno lo vamos a hacer con una crema de cacao y avellanas que ya tengamos hecha o, si queréis, podéis comprar Nutella o Nocilla, que por un día tampoco va a pasar nada.
En un robot amasador con los ganchos introducir la leche, el azúcar y la mantequilla y mezclar dos minutos. Añadir la levadura fresca desmenuzada y los huevos y mezclar dos minutos más.
Agregar la harina en dos veces y amasar en el robot o en la mesa durante 12-15 minutos hasta que se despegue de las paredes. Aún así es una masa que tiende a ser pegajosa. Darle tensión y fermentar en un bol tapado una hora o hasta que doble el tamaño.
Heñir la masa y formar bolas de 90 gramos. Estirar las bolas a unos 12 centímetros de longitud y rellenar con la Nutella, cerrar los bollicaos y poner los en una fuente de horno separados unos tres centímetros cada uno.
Fermentar otros 45-60 minutos con papel de horno entre medias. Pintar con huevo y hornear a 225 ºC 4 minutos y a 200 otros 8 9 minutos, si se tuestan mucho taparlos con papel de aluminio.
Dejarlos enfriar en una rejilla y consumir frescos.
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Con qué acompañar los bollicaos caseros
Más allá de un café, un té, un vaso de leche o un batido —sin pasarnos de calorías— pocas opciones pueden emular a estos bollycaos caseros que os animamos a hacer y a comentarnos si os recuerdan a los que comíais en vuestra infancia.
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