Una de las elaboraciones más representativas de la cocina tradicional de los pubs británicos es el scampi de gambas. Pequeños bocados de gambas rebozadas y fritas en abundante aceite, crujientes por fuera y tiernos por dentro, que se sirven con salsa tártara y patatas fritas. Un capricho la mar de sabroso.
Los scampi de gambas no son ligeros, para qué nos vamos a engañar. Pero si los consumimos de vez en cuando, nuestra línea y nuestros niveles de colesterol no se verán afectados. Y cuando lo hagamos, disfrutémoslos sin remordimientos y dejándonos llevar por el placer de estos pequeños bocados.
Retiramos las cabezas de las gambas, los pelamos y les sacamos los intestinos. Las pasamos por harina, retirando el exceso. Para ello las colocamos sobre un colador y lo agitamos suavemente. Reservamos las gambas mientras preparamos la masa para rebozar.
Mezclamos los dos tipos de harina en un recipiente hondo y agregamos un pellizco de sal y un poco de pimienta negra molida. A continuación, incorporamos la cerveza y el agua con gas. Removemos con unas varillas metálicas hasta obtener una masa homogénea y sin grumos.
Calentamos abundante aceite en una sartén. Introducimos las gambas, de una en una, en la masa y las sumergimos en el aceite caliente. Freímos en pequeñas cantidades para que el aceite no se enfríe. Dejamos escurrir sobre papel absorbente para retirar el exceso de aceite y servimos inmediatamente para que no pierdan el crujiente.
Con qué acompañar el scampi de gambas
En los pubs británicos, el scampi de gambas se sirve con salsa tártara y patatas fritas avinagradas. La combinación es deliciosa, pero calórica, de modo que, si queremos aligerarlo un poco, los podemos acompañar de una sana ensalada de hojas verdes. Un capricho excelente para una comida o cena rápida y sabrosa.
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