En verano me encantan las sopas frías y claro una de las más habituales en casa es el gazpacho. Para variar y no tomarlo siempre igual haciéndolo con nuestra receta tradicional, de vez en cuando me encanta hacer algunas variaciones siendo una de las que más me gusta esta receta de gazpacho de fresas.
El sabor frutal de la fresa combina estupendamente con el resto de ingredientes y el resultado es un gazpacho más refrescante y algo dulzón que gusta mucho a los pequeños siendo muy bueno para introducirlos en este tipo de platos veraniegos.
Como en todos los gazpachos, comenzamos picando los tomates, el pepino pelado y sin los extremos y el pimiento. Colocamos todo en un bol con el pan duro humedecido en agua y dejamos macerar una media hora, con el vinagre y un poco de sal.
Mientras, vamos retirando el pedúnculo de las fresas y las picamos en trozos. Trituramos en la batidora de vaso las verduras del bol. Después, añadimos y las fresas a la batidora y trituramos otro poco, añadiendo el aceite de oliva a hilo y probando de punto.
Cuando esté a nuestro gusto, refinamos el contenido de la batidora pasando el resultado por un colador fino, donde se quedarán las pieles y semillas que pudiera haber. Mantenemos en frío hasta el momento de servir.
Si se desea hacer guarnición para servir aparte, se puede acompañar con picatostes, fresas cortadas en daditos y trocitos de tomate. El pimiento y el pepino que también son guarniciones habituales no le van a este gazpacho de fresas.
Con qué acompañar el gazpacho de fresas
Servimos nuestro gazpacho de fresas bien frío en copas o vasos individuales, que adornaremos con una fresa a la que habremos hecho un corte para que encaje en el borde del vaso. Debemos tomar este gazpacho muy frío.
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