Los platos de cuchara, las sopas caseras y las cremas de verdura son las recetas que más nos apetecen en esta época, cuando el famoso anticiclón de las Azores da paso a las esperadas lluvias. Para sentirme mejor, yo he decidido preparar platos otoñales y casi de invierno como esta receta de crema de tomate, zanahoria y jengibre ideal para reconfortar el cuerpo por la noche, con la que sorprendí a mi familia en la cena de ayer.
Se trata de una receta fácil y rápida que conjunta el sabor clásico de la sopa de tomate y las cremas de zanahoria, con el toque fresco del jengibre que tan bien le va a este tipo de platos. Como sorpresa final, una cucharadita de mermelada de arándanos en el centro del plato, para meter un contraste que se puede mezclar removiendo o disfrutar tomando un poquito con cada cucharada.
Lavamos los tomates y los picamos en cuartos. No hace falta pelarlos ni quitar las pepitas porque luego trituraremos bien la crema y la pasaremos por un colador fino. En un Wok o una sartén bien amplia, ponemos 3 cucharadas de aceite y comenzamos a freír los tomates a fuego lento.
Mientras los tomates comienzan a soltar su agua, pelamos y troceamos las zanahorias, que añadimos a la sartén para que se cuezan en el agua del tomate. Dejamos cocinar a fuego lento, removiendo de cuando en cuando durante unos 35 minutos hasta que las zanahorias estén tiernas y casi no quede líquido en el wok.
Añadimos el jengibre en polvo y probamos para rectificar de sal. Una vez a nuestro gusto, trituramos con la batidora o el robot de cocina y pasamos por un colador para retirar los trocitos de pieles o pepitas que puedan quedar en nuestra crema.
Servimos la crema de tomate, zanahoria y jengibre poniendo en el centro de cada plato sopero una cucharada de mermelada de arándanos y decorando con unas hojitas de hierbabuena.
Con qué acompañar la crema de tomate, zanahoria y jengibre
Esta crema de tomate, zanahoria y jengibre es un buen plato de cuchara para tomar como entrante o como plato único a la hora de la cena. Puedes añadir unos croutons o picatostes para darle un toque crujiente.