Son miles los españoles —y no tan españoles— que ponen rumbo en verano a la provincia de Málaga. Con el turismo de sol y playa por bandera, localidades como Marbella, Torremolinos, Fuengirola o Benalmádena se convierten en cabeza de puente de un turismo de costa cada vez más demandado.
Sin embargo, hay otra Málaga, la interior, que no siempre está igual de concurrida. Aunque haya excepciones como la eterna Ronda, otro de los pilares turísticos de la provincia, Málaga es mucho más que arena y sol.
Por eso, dejarse caer por el Parque Nacional más joven de España es una alternativa perfecta para todos aquellos que estén en Málaga este verano y se den un baño verde en el Parque Nacional de la Sierra de las Nieves.
Ubicado el plena Serranía de Ronda, incluyendo la comarca homónima y la de Costa del Sol Occidental, el Parque roza las 30.000 hectáreas de extensión tras su declaración como Parque Nacional en 2021.
Monte, senderismo y posibilidades de avistamiento de avifauna son parte de los encantos del Parque Nacional de Sierra de las Nieves, fácilmente accesible por carretera tanto de Málaga —a través de la A-397, dirección Ronda, y luego la A-7201 hasta Yunquera— o desde Marbella y la Costa del Sol, recurriendo a la autovía A-7 y a la citada A-397.
Istán, uno de los pueblos blancos en la Sierra de las Nieves.
Repartido por distintos pueblos como El Burgo, Istán, Monda, Parauta, Ronda, Tolox y Yunquera, el Parque Nacional de Sierra de las Nieves es un ejemplo serrano y sureño de bosques principalmente perennes donde abundan variedades como el pinsapo o el abeto blanco, una rareza en nuestro país, además del quejigo o el tejo.
El Parque es a su vez hábitat natural de numerosas especies animales, especialmente en cuanto a avifauna, cuyos cielos dominan ejemplares de águila real, de buitre leonado y de halcón peregrino. Entre el resto de encantos, para el que busque un turismo activo, cabe destacar diversas rutas senderistas muy interesantes.
Una de ellas es el Sendero del Pinsapo de las Escaleretas, con una longitud de unos seis kilómetros y de dificultad media con ciertas zonas empinadas o estrechas por lo que se recomienda una buena forma física y experiencia previa. Si cumplimos con esas premisas, será un recorrido ideal para descubrir el pinsapar del parque, una especie igualmente poco abundante en nuestro país.
No obstante, hay que tener claro que el Parque no está provisto de fuentes en su mayor parte, así que se debe llevar agua suficiente para aguantar la ruta. Otros recorridos interesantes, siempre con una dificultad media, son el de la Ruta de la Fuensanta, de 10 kilómetros de duración y con unas impresionantes vistas panorámicas.
También el de la Ruta del Tajo de la Caína, un sendero corto entre cañones y acantilados con una longitud de cuatro kilómetros que dura un par de horas, pero transcurre por senderos alomados y pedregosos que exigen cierta pericia.
Imágenes | iStock
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