A nadie se le escapa que la provincia de Málaga es uno de los destinos vacacionales predilectos de cualquier español en verano. Sin embargo, en Málaga podríamos decir que se vive bien todo el año, aunque su boom ha supuesto masificar ciertas zonas.
Huelga decir que lo más abarrotado siempre es la Costa del Sol, donde municipios como Marbella, Fuengirola, Benalmádena o Torremolinos se llevan la palma en cuanto a afluencia turística. No se queda muy atrás la propia ciudad de Málaga, que en los últimos años también vive un crecimiento exponencial más que merecido si vemos lo que ofrece.
Sin embargo y en verano, Málaga y su costa no se libran del calor. Razón por la que echar un vistazo a las sierras de la provincia puede ser una opción refrescante. No siempre, pues el calor tampoco da tregua en municipios también muy turísticos como Ronda o Antequera.
Eso no quiere decir que no haya rincones verdes, salpicados entre pueblos blancos, donde descubrir una Málaga interior distinta y refrescante como el que hoy te proponemos si te has hartado del sol y playa y quieres una Málaga menos masiva y totalmente reverdecida.
El capricho malagueño que os presentamos se llama Faraján, a unos 120 kilómetros de Málaga ciudad, a 30 kilómetros de Ronda y a apenas 60 kilómetros de Marbella, por lo que puede ser la escapada fluvial perfecta para los que estén en la Costa del Sol.
Con apenas 270 habitantes, Faraján es una rareza urbanística dentro de la provincia de Málaga. Ubicado en el Valle del Genal, en la comarca de la Serranía de Ronda, lo habitual es que hablásemos de una villa —ojo, que tiene este rango— encaramada sobre sierras y en constante pendiente.
Nada más lejos de la realidad: Faraján se expande con sus casas blancas sobre un llano en una colina de muy poca pendiente, convertida en un bastión verde por todas las murallas vegetales que rodean el perímetro de la colina.
Convertido en escapada ideal para huir del calor veraniego en la Costa del Sol, Faraján presume de rutas verdes y actividades al aire libre donde, incluso en los días más calurosos de julio, las temperaturas mínimas rara vez superan los 20º centígrados.
Entre sus atributos, las impresionantes Chorreras del Arroyo Balastar, una pequeña cascada a la que se puede llegar a pie desde el pueblo a través de una ruta senderista y que es un auténtico oasis de verdor y agua fresca en los días de verano, que en una sencilla ruta circular de apenas tres kilómetros de longitud se abrirá ante nosotros.
Málaga de cerca 1 (Guías De cerca Lonely Planet)
No es el único atributo del Valle del Genal. Otros pueblos como Alpendeire, Pujerra, Jubrique o Júzcar, también repletos de frondosidad en estas estribaciones de la Sierra de Grazalema, constituyen otra ocasión perfecta para huir de la Málaga del sol y playa y descubrir una Málaga de verde y río para refrescarse, sorprenderse y dejarse atrapar.
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