Las imágenes paradisíacas de Cancún con sus famosas pozas naturales de agua azul entre rocas naturales hacen a muchos soñar con este destino caribeño. Pero a veces no hay que irse tan lejos para descubrir parajes de ensueño en nuestra propia tierra, como el fascinante rincón que nos espera en la comarca del noroeste de la Región de Murcia.
Hay vida más allá del turismo de playa, cultural y deportivo que parece definir la oferta murciana, con una gran riqueza natural y paisajística que puede sorprender por su variedad cuando se salen de los puntos más conocidos. Bullas, una ciudad que ya merece la pena visitar por sí misma, es un destino ideal para los amantes del vino y la cultura enológica, pero también para quienes busquen huir del calor y la vida urbana en plena naturaleza.
Uno de los puntos de mayor interés en cuando la Región se despide del frío -lo que suele ser muy pronto- es el conocido como Salto del Usero, un paraje natural de gran belleza y singularidad geológica que además goza de especial protección por su valor natural. Catalogado como Lugar de Interés Geológico y Zona de Especial Conservación, en este espacio se dan varios ecosistemas diferentes que son como un oasis en medio de una tierra conocida por su falta de agua.
El agua del río Mula experimenta en este lugar un cauce muy particular como resultado de muchos años de procesos de erosión de piedras de arenisca y travertino, creando una formación rocosa de postal y que, además, acoge la caída de las aguas en una cascada. Esta cascada desemboca en una singular poza totalmente natural, de unos cinco metros de profundidad, creando un efecto de bóveda rocosa con vegetación casi de cuento.
Lo mejor de todo es que el Salto del Usero es visitable, con una ruta de senderismo en su entorno muy recomendable, y también permite el chapuzón de bañistas. Solo hay que tener en cuenta que es un espacio protegido, y que para evitar el deterioro por exceso de aforo existe una limitación de acceso especial en los meses de verano, siendo obligatoria la reserva previa.
La entrada es totalmente gratuita, aunque si se quiere dejar el vehículo privado en el parking habilitado junto a las aguas, habrá que desembolsar cinco euros, o dos euros para motos y quads. Siempre podemos dejar el coche en la zona de aparcamiento gratuito situada a cuatro kilómetros y hacer un pequeño paseo antes de la recompensa final.
Desde el 24 de junio y hasta el 3 de septiembre se realiza un control de aforo diario con horarios en turnos de mañana y de tarde hasta las 19.00 horas, ampliándose hasta las 20.00 horas los fines de semana. Según las horas del día y el momento del año, el juego de luces, sombras y reflejos en el agua y las rocas dejan estampas diferentes por las que merece la pena regresar para disfrutar de la naturaleza en su esplendor.
Región de Murcia (Guía Total - España)
Imágenes | Juanma Peregrín en iStock - Turismo de Bullas Pedro J. Pacheco
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