Los bocadillos o sándwiches nos permiten jugar con la imaginación para crear pequeñas obras de arte gastronómicas de lo más variado. Una de ellas es este sándwich vegetal que yo suelo coronar con huevo duro para darle un poco más de consistencia. Mi favorita.
No solo me gusta por su combinación de ingredientes, sabores y texturas. Invertir poco tiempo y esfuerzo y conseguir un resultado grandioso es algo que adoro. Este sándwich vegetal admite muchas variantes, se puede añadir un poco de mostaza, tostar el pan o no, prescindir del huevo, etc. ¿Cuál es tu fórmula preferida?
Calentamos abundante agua con un pellizco de sal en un cacito y, cuando arranque a hervir, introducimos el huevo. Cocemos durante 11 minutos. Retiramos y refrescamos en agua helada antes de pelar. Lavamos la lechuga y el tomate. Escurrimos los espárragos y los cortamos por la mitad. Secamos todas las verduras. Cortamos el tomate y el huevo duro.
Tostamos las rebanadas de pan y untamos una de ellas con una fina capa de mayonesa (más rica si es casera). Montamos el sándwich colocando la lechuga, los espárragos, el tomate y el huevo, salpimentando ligeramente cada ingrediente. Cubrimos con la otra rebanada y servimos inmediatamente.
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Con qué acompañar el sándwich vegetal
Delicioso por sí solo, este sándwich vegetal no necesita de acompañamientos para saciar el apetito. Aunque si eres amantes de las patatas, proponemos estas chips ligeras que se preparan en microondas en un santiamén y apenas llevan grasa. Son un matrimonio perfecto.
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