¿Puede un pequeño pueblo de Alicante ser considerado un Nueva York en miniatura? Quién sabe. Hay cosas en común. Están, cada uno, en una respectiva costa este. Por poner un ejemplo, o incluso en el mismo hemisferio.
También, por seguir con los símiles, en ambos el mar es fundamental para haber entendido su trascender histórico. Sin embargo, considerar que L'Alfàs del Pi puede ser una Nueva York en miniatura tiene más que ver con términos demográficos que geográficos o físicos.
No precisamente porque L'Alfàs del Pi, donde viven apenas 20.000 habitantes, pueda competir en tronío y población con un área metropolitana donde viven más de 22 millones de habitantes, convirtiéndose en la ciudad de Estados Unidos más poblada, a muchísima diferencia de otras urbes como Los Ángeles.
Sin embargo, Nueva York palidece como ciudad frente a ciudades como Tokio, Nueva Delhi, Pekín o Ciudad de México. Aun así, con todo y con eso, no hay dudas en poder catalogar L'Alfàs del Pi como la pequeña Nueva York.
¿Por qué? Pues porque en esta pequeña población alicantina, a unos 50 kilómetros al norte de Alicante capital, es un destino curioso en el que una nacionalidad predomina por encima de otras a niveles que solo se ven en Nueva York.
Valiéndonos de datos del INE, L'Alfàs del Pi, cuenta con 20.000 habitantes censados de los cuales 12.000 son extranjeros. Quizá, volviendo a las comparativas, no nos extraña ver que una ciudad del Levante español tiene una abundante población de extranjeros, que han acudido aquí por sus días de sol y su calidad de vida.
Tanto para, como insistimos, calificar L'Alfàs del Pi como la pequeña Nueva York. Nada más y nada menos por tratarse del segundo municipio con una mayor colonia de ciudadanos noruegos del mundo, solo por detrás de la potentísima Nueva York.
Se estima que en L'Alfàs del Pi viven alrededor de 2.500 ciudadanos noruegos, habiendo convertido esta localidad en una rareza a nivel demográfico en una zona donde, por ejemplo, hay más neerlandeses o británicos. Sin embargo, la historia de L'Alfàs del Pi y el idilio noruego es tan de largo recorrido que incluso supera las cinco décadas, cuando comenzaron a llegar los primeros escandinavos.
No obstante, no son los únicos pobladores de un municipio que en apenas veinte años ha duplicado su población y que, además, configura unas Naciones Unidas en miniatura, pues en su censo están representadas más de 90 nacionalidades.
No obstante, la mayor parte del censo se congrega en L'Albir, un núcleo de población dependiente de L'Alfàs del Pi, en el que viven más de 10.000 personas y que sí tiene costa, lo que ha propiciado ese trasvase poblacional.
De ahí que en cierto modo, L'Alfàs del Pi puede ser una pequeña Nueva York donde acudieron en masa los noruegos, con jubilaciones y prejubilaciones derivadas del trabajo en la industria petrolífera, ya desde los años setenta.
Imágenes | Comunitat Valenciana L'Alfàs del Pi