¿Viajas en familia? El truco para que el control del aeropuerto no sea un caos y ahorrar tiempo volando con niños

A la hora de viajar siempre procuramos evitar el facturar, pero eso nos enfrenta a la tortura del control de acceso a la zona de embarque. Una experiencia que esperamos se acelere en el futuro próximo, pero que aún genera colas eternas, desesperación y algo de caos, sobre todo si viajamos en familia y con niños, cada uno con su equipaje de mano.

Hay aeropuertos donde el control resulta especialmente exasperante -Frankfurt tiene muy mala fama en esta cuestión, y lo decimos por experiencia-, cuyo personal de seguridad no tiene reparos en paralizar la cola para vaciar las mochilas infantiles o la bolsa de mano de unos padres que viajan con niños pequeños e inspeccionar el paquete de galletas o los juguetes. No queda otra que armarse de paciencia, pero todo se puede acelerar con un pequeño truco a la hora de organizar el equipaje familiar.

La escritora freelance Emily Long lo llama family 'flagged' bag', algo así como una bolsa familiar 'marcada', susceptible de levantar sospechas en las imágenes del control de acceso. Es decir, escoger un solo bulto entre todos los miembros de la familia y guardar ahí todos los objetos que más probablemente capten la atención de seguridad; un consejo que podemos aplicar si viajamos solos, pero especialmente útil en el caso de quienes carguen con objetos y víveres infantiles.

Partiendo de la base de que cumplen con el listado de objetos permitidos, entre el equipaje sospechoso se incluye cualquier alimento o bebida (paquetes de galletas, dulces, golosinas, potitos, leche lactante, cereales, fruta fresca, snacks...), aparatos electrónicos, juguetes, peluches y muñecos varios, productos de higiene, herramientas personales (navajas, limas, cortadores de uñas...), medicamentos y accesorios de salud (como un inhalador) y regalos o paquetes envueltos.

Si los niños tienen mochilas propias, mejor llenarlas solo con objetos sencillos, como ropa, toallas o libros y revistas. Esta práctica tiene una ventaja añadida, ya que todos los objetos más susceptibles de ser investigados son los que habitualmente querremos usar a bordo, por lo que tendremos todo el "entretenimiento familiar" en la misma bolsa. Nada de ponerse a rebuscar entre varios bultos en pleno vuelo para encontrar los chicles.