El fatteh (también llamado fatta, fette, fetté o fattah) es un plato típico de la zona del Levante de Egipto y del sur, sector comprendido por Damasco, Beirut, Jordania y Palestina. Existen muchas variantes, pero todas se componen de pan plano árabe (puede ser pan khubz, pan de pita o incluso pan lavash), garbanzos, yogur griego, ajo, aceite de oliva y distintos condimentos.
Esta suerte de ensalada es muy sencilla y rápida de preparar. La clave de su sabor y textura está en tostar bien el pan, previamente cortado en triángulos, para que quede bien seco y crujiente (ojo que no se queme) y no se reblandezca al entrar en contacto con la salsa de yogur. El contraste de texturas es brutal.
Con este mismo fin es necesario tostar los piñones durante algunos minutos antes de armar el plato y luego sólo queda combinar el resto de ingredientes. Tradicionalmente se coloca el pan en la base del plato, se cubre con capas de salsa de yogur y garbanzos especiados u se termina con piñones y aceite de oliva virgen extra.
Colocamos los garbanzos en una cazuela junto con el líquido de la conserva y un poco de agua, que queden cubiertos a ras. Añadimos el comino, un diente de ajo rallado, sal y pimienta negra. Cocemos 15 minutos o hasta que estén secos. Añadimos un buen puñado de perejil fresco picado. Reservamos.
Mientras tanto, cortamos los panes de pita por la mitad, longitudinalmente, y después en triángulos. Los colocamos en una fuente de horno y los tostamos bajo el grill durante unos seis o siete minutos, lo necesario para que queden dorados y bien secos. Reservamos.
Por otro lado mezclamos el yogur griego con el tahini, dos dientes de ajo finamente picados (o rallados), el zumo de los dos limones y sal al gusto. Tiene que quedar cremosa, por lo que es posible que necesitemos añadir un poco de agua para aligerarla.
Armamos el fatteh colocando los triángulos de pan de pita en la base de una fuente o plato. Extendemos una capa de yogur sobre ellos y luego una capa de garbanzos. Repetimos la operación de nuevo. Espolvoreamos con perejil picado u otra hierba (la menta le va genial), regamos con un chorrito de aceite de oliva virgen extra y servimos.
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Con qué acompañar el fatteh
Por su rendimiento como plato único, el fatteh no necesita de demasiados compañeros. Es un perfecto plato único de verano, aunque también se puede servir de primero en una comida más copiosa, antes de algún pescado o carne. Es también ideal para llevar en táper o para dejar preparado -sin armar- y comer rápido ahora que muchos tienen jornada intensiva.
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