Romanescu con bechamel al horno: una receta sencilla, pero deliciosa, ideal para comer a diario

Romanescu con bechamel al horno: una receta sencilla, pero deliciosa, ideal para comer a diario
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Una de las verduras más increíbles que nos regala la naturaleza es, sin la menor duda, el romanescu. Esta variedad verde de coliflor italiana llama la atención por sus formas geométricas, pero sus bondades van más allá de su aspecto. Sus propiedades nutricionales son excepcionales: rico en vitamina C, fibra soluble y carotenoides y muy bajo en grasas.

Además, da mucho juego en la cocina. Es tan versátil como su hermana la coliflor y se puede cocinar de la misma manera: al vapor, al horno, cocido,... En esta ocasión lo he cocido a vapor y lo he bañado en salsa bechamel casera antes de pasarlo por el horno. Una receta sencilla ideal para comer a diario.

Si nunca te has animado con él, esta es tu oportunidad de comprobar lo agradecido que es y lo rico que está. Con esta fuente de romanescu con bechamel al horno sobre la mesa, tus comensales te harán la ola. Pruébalo y luego me lo cuentas. Vamos al lío.

Ingredientes

Para 4 personas
  • Romanescu 1
  • Mantequilla 30 g
  • Aceite de girasol 10 g
  • Leche 650 ml
  • Sal
  • Pimienta blanca molida
  • Queso rallado para gratinar 30 g

Cómo hacer romanescu con bechamel al horno

Dificultad: Fácil
  • Tiempo total 35 m
  • Elaboración 20 m
  • Cocción 15 m

Preparamos la salsa bechamel para tenerla lista cuando la coliflor esté cocida y podamos terminar el plato directamente. Para ello calentamos la mantequilla y el aceite en una cacerola y añadimos la harina. Removemos para integrar y cocemos ligeramente, pero sin que llegue a coger color.

A continuación añadimos la leche, poco a poco. Cocemos durante 15 minutos al tiempo que removemos sin parar con unas varillas para deshacernos de los grumos que se puedan formar. Salpimentamos al gusto y reservamos.

Romanescu con bechamel al horno

Limpiamos el romanescu, retirando las hojas verdes y el tronco que une los floretes o arbolitos. Lo introducimos en una cacerola con un dedo de agua con sal, tapamos y cocemos durante siete u ocho minutos. Retiramos y separamos en trozos de bocado. Tiene que quedar ligeramente duro porque se terminará de cocer en el horno.

Cubrimos la base de una fuente apta para horno con una capa de salsa bechamel y repartimos el romanescu por encima. Cubrimos con el resto de la salsa y espolvoreamos con queso rallado. Añadimos unos pegotes de mantequilla (opcional) para que el gratinado sea más uniforme.

Introducimos la fuente en el horno, precalentado a 220 ºC con calor arriba y abajo, y cocemos durante unos 10-15 minutos o hasta que la superficie esté dorada. Servimos inmediatamente.

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Con qué acompañar el romanescu con bechamel al horno

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