Pelos en la lengua no tiene muchos Bertín Osborne y, un día más, lo confirmó en la pequeña pantalla cuando acudió en prime time a El Hormiguero, el programa conducido por Pablo Motos en Antena 3 donde, sin saber bien por qué, la conversación versó sobre las costumbres culinarias del cantante y presentador que dejó, como es habitual en él, una colección de pinceladas y chascarrillos simpáticos.
Ahora, además, que se habla a menudo del ayuno intermitente, fue curioso comprobar cómo Bertín Osborne, a su manera, también lo ejerce: "No ceno. No ceno nunca", afirmaba tras lanzarle Motos una primera pregunta sobre si a Bertín Osborne le gustaban los bocadillos.
Algo, por cierto, que el cantante madrileño y raíces andaluzas, repudia, asegurando que "no le gustaban los bocadillos", pero no todo fue hablar de bocadillos al mencionar la dieta de un Bertín Osborne que reconoció "haber perdido diez o doce kilos".
En parte, gracias a un ayuno intermitente que no definió como tal. Al punto de que, incluso, explicaba que "apenas desayunaba", aunque sí matizó que "el que se ponga a mi lado a comer, que aguante", dejando entrever que era una auténtica bestia a la hora de la comida.
Algo que, a posteriori, negó, explicando que "tampoco era una bestia", pero sí puntualizó que antes "comías más". Lo curioso de todo el asunto, más incluso que la repulsa de Bertín Osborne hacia los bocadillos, es ver cómo interrumpía el ayuno intermitente: con vino tinto.
"Con una copita de vino tinto, que te da un brillo especial en la frente", advertía Osborne ante el asombro de Pablo Motos, a medida que el cantante le explicaba que "eso, unos huevos revueltos con un poco de pavo y unos picos, y salgo al campo". Una dieta cuanto menos curiosa que dejó una buena colección de mitos, hacks y chascarrillos sobre la mesa.
Imágenes | Antena 3