El nuevo licor de pistacho de Mercadona tiene cero unidades de pistacho, pero nadie está obligado a ponerlo en la etiqueta

Verde que te quiero verde, verde pistacho o verde matcha; la casualidad ha querido que se hayan puesto de moda dos productos del mismo color al mismo tiempo, y los dos han degenerado en una locura a la que se han sumado empresas y fabricantes de todo tipo, y que ha llegado incluso a la cosmética. El pistacho terminado de explotar de cara a Navidad, como ejemplifica bien Mercadona, que se adelantó con su turrón en 2024 y ahora ha sacado un licor de pistacho festivo. Da la sensación de que no hay tanto fruto seco para saciar esta obsesión.

Porque, aunque la moda del pistacho está provocando que se estimule la producción en España con nuevas plantaciones que generan miles de empleos, esos cultivos aún necesitan tiempo para dar sus frutos. Lo bueno que tiene el pistachero es que es un árbol de secano relativamente rentable, haciendo que sea mucho más barato producir dulces y productos con este fruto seco en lugar de almendras, nueces o piñones, mucho más caros. Lo malo es que tenemos que importar todavía grandes cantidades de fuera.

Pero eso tiene poca importancia en el mundo de la industria alimentaria y de los ultraprocesados, que siempre saben adaptarse al mercado. El sector sabe que el consumidor medio se siente atraído por la novedad, lo que está de moda y lo llamativo, y rara vez va a detenerse a leer la etiqueta con los ingredientes, impresos en un tamaño, casi siempre, diminuto. Así, nos podemos llevar más de una sorpresa echando cuentas, porque son muchos los productos que reducen la cantidad total de pistacho a un porcentaje ínfimo.

El truco suele estar en recurrir a pastas, mezclas y soluciones concentradas que, a menudo, proceden de fabricantes especializados para el sector Horeca y la industria alimentaria. Pastas que pueden tener apenas entre un 5-20% de pistacho, y que, sumadas a los ingredientes del resto del producto -por ejemplo, un turrón, un helado, un croissant, un panettone o un batido- reducen el contenido total del fruto seco de moda al mínimo.

Dónde está ese pistacho, que yo lo vea

Y luego tenemos casos como el del Licor crema de pistacho Royal Swan, novedad de Mercadona este año. La botella destaca por su llamativo color verde brillante casi fosforito, y en el frente de la etiqueta aparece una imagen de dos pistachos con su cáscara medio abierta. Si damos la vuelta al producto, el nombre de comercialización legal es, simplemente, Licor de pistacho. No hay más detalles sobre su composición, más allá de los alérgenos, el porcentaje de alcohol (15% vol), y el valor energético: 331 kcal por 100 ml, 99 kcal por un chupito de 30 ml.

Según la legislación vigente establecida en la Unión Europea, las bebidas con un grado alcohólico adquirido superior en volumen al 1,2 por 100 no están obligadas a enumerar los ingredientes, algo que sí es obligatorio con la gran mayoría de productos alimenticios.

Pero si seguimos el código QR de la etiqueta el enlace nos llevará a la web del fabricante, la multinacional Bardinet, con sede en Gelida (Barcelona), que cuenta con un gran catálogo de licores, vinos y otras bebidas alcohólicas, famoso por su ron Negrita. Los ingredientes de este licor son:

Agua, azúcar, alcohol, maltodextrina, grasa láctea, grasa vegetal (coco), proteína láctea, aromas, aroma natural, colorantes E-150b, E-131 y E-102 y corrector de acidez E-500ii.

Ni rastro alguno del pistacho que luce en su nombre, más allá del color y el sabor que logrará a través de los aromas añadidos. Los frutos que luce en su etiqueta frontal son una mera sugerencia muy sugestiva.

Es poco probable que el consumidor que se lleve este licor espere encontrar una bebida de primera calidad. Tampoco será el caso de quien compre la versión más barata del chocolate Dubái de cualquier supermercado, o de quien elija comerse una hamburguesa chorreando crema verde entre capas de beicon y queso. 

Se pueden y se hacen productos ricos en pistachos de calidad, usados con cabeza y sentido, pero estos sucedáneos verdes simplemente están dando respuesta a una demanda que está moviendo millones en beneficios por todo el mundo. Y cuanto menos cueste fabricarlos, mejor.

Imágenes | Mercadona - Freepik/rawpixel.com

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