Ulva lactuca, así se llama realmente el alga marina comestible conocida comúnmente como lechuga de mar por tener largas hojas de color verde, muy parecidas a las hojas de lechuga.
Su crecimiento se produce en las zonas intermareales, creciendo en los peñascos y descubriéndose durante la marea baja. Esta presente que casi todos los mares del mundo.
Propiedades
Es rica en proteínas, hidratos de carbono, fibra, sodio, calcio, yodo, hierro (50 veces más que las espinacas) y magnesio.
También en vitaminas A (dos veces más rica que la col), B, Acido fólico, vitamina C (diez veces más rica que la naranja) y vitamina E. Siendo desintoxicante, antioxidante, astringente, antihelmíntica, quemaduras, contra la gota y para combatir la escrofulosis.
Gracias a sus propiedades es utilizada en la industria farmacéutica y cosmética.
La lechuga de mar en la gastronomía
Muchas de las especies de la lechuga del mar son un alimento muy conocido y popular en muchos sitios donde crecen como son Gran Bretaña, Irlanda, Escandinavia, China, y por supuesto Japón (conocida como aosa).
Aunque es algo dura en crudo, puede ser consumida al natural (en ensaladas), tostadas y hervida.
Se comercializa sobre todo deshidratada, aunque también se puede encontrar en conserva.
Puede parece un tópico o una frase muy manida, pero como el resto de las algas comestibles “la lechuga de mar todavía esta por descubrir” en nuestro país, se consumo es muy bajo, no forma parte de nuestra despensa habitual y cuando lo hace es solo esporádicamente. Tampoco se encuentra fácilmente en los supermercados, aunque en algunas grandes superficies se las puede localizar.
Por suerte si queremos empezar a consumirlas, es muy fácil encontrar a través de la red multitud de recetas que nos ayudarán a integrarlas en nuestra alimentación.
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