Y después del tabaco le toca al alcohol, y es que si se trata de cuidar la salud de la población, todavía hay mucho camino por andar.
Especialistas en alcohología quieren hacer campaña, similar a la que acompaña a la ley antitabaco. Pedirán que las etiquetas de las bebidas alcohólicas especifiquen lo perjudicial que resulta el alcohol en caso de estar embarazada, a cuánto equivale una copa en gramos de alcohol para conocimiento de todos los consumidores, que el consumo de alcohol puede afectar a la habilidad para conducir y trabajar, entre otros aspectos.
Esta iniciativa ya fue considerada por la ministra de Sanidad, pues las estadísticas hablan por sí solas, y sólo con el nuevo carné por puntos no se van a evitar posibles dramas que en ocasiones son provocados por un consumo excesivo de alcohol. Antoni Gual, director de la Unidad de Alcohología del Hospital Clínic y asesor de la Conselleria de Salut sobre alcohol, sugiere que el etiquetado debe llevar mensajes extensos y muy gráficos.
Realmente sorprende la libertad que hay para adquirir y consumir alcohol en nuestro país, y más conociendo la repercusión que puede tener en personas que no controlan su ingesta y que no cuidan su salud. El alcohol causa adicción, y son muchas las iniciativas que se están estudiando en otros países de la UE en este sentido. Francia ya ha aprobado las etiquetas de alerta a las embarazadas en las bebidas alcohólicas.
Según Gual, "La industria del alcohol es contraria a que se apruebe la rotulación sanitaria de las botellas", ¿cuánta gente ha dejado de fumar porque en el paquete de tabaco pone que fumar mata?, ¿qué problema hay en que las etiquetas aporten más información al consumidor? Hay que saber distinguir entre los beneficios que puede aportar una cerveza o una copa de vino a beber por beber. Ya se oyen voces al respecto, solicitando la exclusión del vino de la futura Ley de Prevención de Consumo de Bebidas Alcohólicas, por ejemplo.
Vía | El Periódico Más información | Agroprofesional Más información | Botanical Online