Queridos lectores, estoy estupefacta. Quizá sea un tema cultural, y no lejano a la hipocresía, pero al leer en Diario del Viajero que en el zoológico de Beijíng los visitantes pueden comerse algunas de las especies que allí se muestran, se me ha colado un escalofrío en el cuerpo y en la cara una expresión de incredulidad.
La noticia me ha acelerado el pulso. Así, en el restaurante Bin Feng Tang, ubicado en dicho zoo, y según se desprende de algunas informaciones, se pueden comer platos a base de cocodrilo, hipopótamo, o escorpión entre otras especies. Según han aclarado sus responsables, los animales no proceden directamente de las jaulas del zoo, sino que se crían en granjas. Comer animales salvajes y reptiles no es algo nuevo en la cultura china, quizá por eso allí se pueda ver como algo normal, mientras que por aquí nos rasgamos las vestiduras.
Si ya la existencia de zoológicos me crea inquietud, que en el corazón de estos se ofrezca comerse a las especies expuestas me sume en el desconcierto. No entiendo el concepto, la verdad. Y a vosotros, ¿que os sugiere esta propuesta?
Vía | Diario del Viajero
Imagen vía | Rurtubia en Flickr
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