Los sobados pasiegos así como los mantecados, se hornean en unas cápsulas de papel específicas con una forma característica. Fuera de Cantabria es difícil encontrarlas en ninguna tienda, al contrario de lo que pasa con las cápsulas de magdalenas y cupcakes que es sencillísimo dar con ellas.
Por eso si os ha apetecido preparar los sobados pasiegos que os he traído en la receta anterior, no os podéis perder la manera de hacer vosotros en casa y muy sencillamente, los moldes para preparar estos deliciosos dulces típicos de Cantabria.
Quizá el primero y el segundo os cueste un poco cogerles el tranquillo, pero después una vez que dobléis unos cuantos trozos de papel veréis que es “pan comido”.
Lo ideal para realizarlos es disponer de papel grueso encerado del tipo que se usa en las carnicerías o papel kraft color marrón, como el de envolver los paquetes, pero fuerte. También los podéis hacer con papel de horno, pero en este caso es mejor emplearlo doble para que al hornearse los pasiego no se tuerzan y queden uniformes. Yo en esta ocasión como no disponía de los dos primeros tuve que arreglármelas con el de horno.
El tamaño que os pongo es un tamaño estándar, pero por supuesto que podéis recortarlos más o menos alargados, e incluso que tiendan a cuadrados, el proceso de plegado es siempre el mismo. Vamos con el sencillo tutorial.
Comenzaremos recortando rectángulos de 12 por 14 centímetros, pare ello lo más sencillo es ir doblando nuestro papel y cortando con un cutter o cuchillo bien afilado, pues nos quedará mejor que a tijera.
Empezaremos marcando suavemente la mitad en la parte más alargada, doblando los extremos hacia el centro y llegando a la muesca que marcaba esa parte central. Giramos y doblamos los otros dos extremos a un cuarto del ancho del papel.
Desdoblamos todo y ya vemos que han quedado las marcas de por donde irán las dobleces.
Plegamos hacia el exterior la esquina de uno de lo lados, uniendo cada ángulo. Repetimos la operación con la otra esquina de ese mismo lado.
Doblamos hacía fuera la solapa sobrante, presionando para que quede bien marcado el papel.
Hacemos las mismas dobleces en el otro extremo, y ya tenemos nuestra cápsula. Es más difícil explicarlo que hacerlo, así que no os parezca complicado, que no lo es.
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