Hacer bizcochos caseros es mucho más fácil de lo que crees y hay muchas variaciones en torno al clásico bizcocho de yogur.
Este bizcocho de limón sin glúten ni azúcar es perfecto para darse un capricho sin remordimientos y, además, es apto para celiacos. Le hemos añadido, eso sí, un glaseado que, obviamente, tiene azúcar, pero se puede prescindir de él por completo si queréis un postre más ligero o completamente libre de esta.
Siguiendo nuestras atracciones te va a quedar un postre o merienda insuperable.
Lo primero que vamos a hacer es batir los huevos y el eritritol en un bol amplio. Cuando la mezcla se vea bien cremosa añadimos el yogur y la esencia de vainilla y continuamos batiendo. Podemos usar unas varillas eléctricas o unas manuales, cualquiera de las dos será de gran ayuda.
Ahora añadimos la levadura química y la harina. En este caso, estamos es una combinación de harina de arroz y de almendra molida. Si no eres intolerante al glúten puedes usar harina de trigo o de avena si lo prefieres. Y puedes decidir si combinarla con almendra molida o usar solamente la harina de tu elección.
Llegó el momento de incorporar el limón y lo hacemos en forma de ralladura y también de zumo. Y también de agregar la mantequilla, que es muy importante que esté fundida, así que le damos un golpe de calor suave en nuestro microondas.
Mezclamos un poco más y vertemos la mezcla en un molde. El nuestro de silicona, pero si usas uno metálico asegúrate de forrarlo previamente con papel vegetal para desmoldarlo mejor. Damos unos ligeros golpes con el molde sobre la mesa para asegurarnos que la masa se distribuye bien y que no quedan burbujas de aire en el interior.
Después nos lo llevamos al horno, que está precalentado a 175ºC con calor arriba y abajo, y lo cocemos durante 40-45 minutos o hasta que, al insertar una brocheta, ésta salga limpia.
Dejamos que enfríe antes de desmoldarlo para evitar que se nos rompa -porque en caliente es muy delicado. Lo podemos servir tal cual o rematarlo con un glaseado de limón, que hacemos mezclando azúcar glas con unas gotas de zumo de limón. Lo estendemos por la superficie y listo.
Con qué acompañar el bizcocho
Como casi cualquier dulce, este bizcocho va bien acompañando un té o un café con leche, pero también es perfecto para llevar de merienda o a un picnic.
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