Puede ser que alguna vez hayáis usado esta mezcla de ingredientes para intentar curar la irritación de garganta, pues bien, hoy nos vamos a olvidarnos de estos remedios caseros y emplearlos para preparar un delicioso cake de miel, limón y tomillo que acompañando un café os hará un estupendo desayuno.
Os recomendamos que uséis para elaborarlo una miel clarita y ligera, pues sino os sabrá demasiado fuerte ya que lleva una cantidad considerable, si seguís este consejo obtendréis un cake lleno de matices que combinan a la perfección.
Comenzaremos precalentando el horno a 180 grados centígrados y engrasando un molde alargado de plum cake, colocándole una base de papel de horno para poder desmoldarlo fácilmente. Lavaremos y rallaremos la corteza de los limones, seguidamente los exprimimos para obtener 80 mililitros de su jugo aproximadamente.
En un cacito al fuego fundir la mantequilla y añadirle el tomillo fresco picado para que se combine con esta, dejamos templar mientras que batimos en otro bol los huevos con el azúcar hasta que los veamos espumosos.
Añadimos la miel, la mantequilla fundida, el zumo de los limones y su ralladura y mezclamos hasta formar una masa homogénea, entonces incorporamos suavemente con una espátula la harina con levadura incorporada y vertemos la mezcla en el molde. Horneamos durante cuarenta minutos o hasta que al pincharlo con un palillo este salga limpio. Desmoldar en una rejilla para que enfríe.
Con qué acompañar el cake de miel, limón y tomillo
El cake de miel, limón y tomillo es de esos pasteles que tanto se prestan para tomar con un café por la mañana o una buena merienda. Con un profundo sabor a miel, de miga densa y compacta, nos aporta una mezcla muy interesante al incorporarle el tomillo, hierba a la que estamos acostumbrados casi siempre a usar en platos salados, y que aquí acentúa el sabor dulce del resto de ingredientes.