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Si cuando lo diga no se lo cree nadie, estaré contenta, porque significará que han quedado tan bonitas que parece mentira que no me haya pasado la vida haciendo galletas decoradas. Pero lo tengo muy claro, esta es la primera vez que hago unas galletas decoradas y por desgracia se nota, sobre todo en la parte de decoración, es muy simple, comparándola con las maravillas que he visto por ahí.
Pero lo cierto es que me he dado por satisfecha, no han quedado muy bonitas, pero la masa y la cocción de las galletas han quedado perfectas y la glasa real ha quedado muy bien y se ha secado perfectamente después de varias horas.
Además mi sobrina Niara de 3 años, me ha llamado por teléfono para decirme “Titacuani, titacuani, me gustan las galletitas” ¿qué más se le pueden pedir a unas galletas decoradas?.
Los ingredientes
Para las galletas: 500 gramos de harina tamizada, 250 gramos de mantequilla, 1 huevo, 1 cucharada de esencia de vainilla, 150 gramos de azúcar
Para la glasa real: 250 gramos de azúcar glasé (polvo, flor, impalpable), 1 clara de huevo, 2 cucharadas de zumo de limón, colorantes
La preparación de las galletas decoradas
Mezclamos muy bien el azúcar y la mantequilla que tendremos a temperatura ambiente. Cuando esté bien mezclada, le agregamos la esencia de vainilla y el huevo. Removemos y mezclamos. Vamos agregando la harina tamizada poco a poco mientras mezclamos hasta conseguir una masa homogénea y que no sea pegajosa. La envolvemos en film transparente y enfriamos en la nevera durante 30 o 45 minutos.
Precalentamos el horno a 180º.
En el marmol vamos extendiendo porciones de masa y la dejamos con un grosor de 1/2 centimetro aproximadamente. La vamos cortando con un cortapastas. Las colocamos en una bandeja con papel de horno y horneamos durante 20 minutos aproximadamente, hasta que esten ligeramente doraditas por la parte de abajo.
Las dejamos enfriar durante unas horas. Cuando esten totalmente frias, preparamos la glasa real.
Ponemos la clara en un bol, y con la ayuda de un brazo eléctrico, las subimos a punto de nieve, y empezamos agregarle el azúcar glasé mientras vamos removiendo, le agregamos también el zumo de limón y continuamos con el azúcar hasta que la textura de la glasa nos quede como el yogurt líquido.
La glasa real la podemos colorear, la ponemos en mangas pasteleras de boquilla estrecha y las vamos decorando con los dibujos y las formas que nos apetezcan.
La degustación
Tenemos que esperar varias horas a que se seque la glasa real, para poder servir las galletas decoradas.
Si queremos escribir en las galletas o hacer dibujitos pequeños y no disponemos de mangas apropiadas, podemos hacernos en la farmacia con unas jeringas grandes, sin aguja claro, rellenarlas por la glasa del color que nos guste y escribir o dibujar sobre las galletas.
Si vemos que la glasa nos ha quedado muy espesa podemos hacerla más líquida añadiendole gotas de agua, mientras removemos.
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