Seguimos con calor, así que por mi parte las ensaladas continúan haciéndonos compañía a diario en los menús semanales de casa. Cuando llega esta época parece que las ganas de comer se esfuman y sólo me apetecen cosas ligeras como esta ensalada de manzana y fresas con pipas, muy rica y completa.
Quiero destacar la importancia de añadir frutos secos a las ensaladas. En este caso las pipas nos aportan un extra de hierro y ácido fólico, que combinadas con las fresas, ricas en vitamina C, hacen que aprovechemos mejor el hierro vegetal que contienen.
Lavamos y escurrimos los brotes de lechuga, las fresas y la manzana. Cortamos la manzana en gajos finos y las fresas en láminas del grosor que más nos guste.
Repartimos los brotes de lechuga en cuencos para ensalada. Colocamos sobre la lechuga los gajos de manzana y las fresas laminadas. Repartimos por encima las pipas de girasol.
Para hacer la vinagreta de miel, echamos en un bol el vinagre de Módena, la miel, la pizca de sal y pimienta negra y por último el aceite de oliva. Batimos con unas varillas hasta que la mezcla sea homogénea y aliñamos inmediatamente las ensaladas con la vinagreta.
Se debe servir inmediatamente para evitar que las frutas se oxiden.
Con qué acompañar la ensalada de manzana y fresas con pipas
La ensalada de manzana y fresas con pipas es un entrante o acompañamiento perfecto para los días de calor. Simplemente con unas pechugas de pollo a la plancha conseguimos un plato completo y ligero para una comida de verano.