Esta receta de huevos con bechamel probablemente la hayáis probado casi todos. Es una de esas recetas de casa, de madres y abuelas y en la nuestra especialmente nos encantaba cuando mi madre nos comentaba que iba a hacerla. Espero que os guste con el toque de panceta, porque le da un gusto bien rico.
Si queréis hacer el plato más ligero, nada de agregar panceta, tocino o bacon, claro, y podéis utilizar leche desnatada en vez de entera para hacer una bechamel más ligera. Si reducís la cantidad de harina y mantequilla también aligeráis el plato aunque claro, el sabor final no es igual. Merece la pena darle una oportunidad en el recetario de huevos al horno.
Calentamos el horno a 180º C con calor arriba abajo sin aire. Cocemos los huevos 10 minutos en agua con sal, los pelamos y reservamos mientras hacemos la bechamel. En una cazuela calentamos la mantequilla. Cuando este derretida agregamos la panceta, doramos ligeramente y retiramos a un plato. Echamos la harina, removemos y dejamos hacer un minuto.
Vertemos la leche poco a poco sin dejar de remover con las varillas hasta formar una crema espesa. Podemos añadir más o menos leche, si queremos, según el espesor que queramos dar a la bechamel. Añadimos un poco de nuez moscada, sal y pimienta negra al gusto.
Vertemos un poco de bechamel en el fondo de una fuente para horno. Encima colocamos los huevos partidos por la mitad y la panceta troceada. Regamos con el resto de la bechamel, espolvoreamos con queso y horneamos durante 30 minutos. Servimos inmediatamente junto a una ensalada, por ejemplo.
Con qué acompañar los huevos con bechamel
Los huevos con bechamel deben servirse recién hechos. Es un plato ideal para este tiempo ya que hay que tomarlo recién sacado del horno para que el queso y la bechamel estén en su punto. Nosotros los acompañamos de una ensalada, en este caso de canónigos.