El curioso nombre de estas patatas hace referencia a la forma en la que se cortan los tubérculos, como si fueran fichas de dominó, y parece ser que fue creado por el chef argentino Francis Mallmann. Es una manera original y apetitosa de llevar las patatas a la mesa.
Hay que tener un poco de maña con el cuchillo o usar una mandolina si queremos porciones exactamente iguales, aunque encontrar piezas más crujientes y otras más jugosas también añade un rico contraste de texturas.
Lavar bien las patatas. Cortar las partes externas con ayuda de un buen cuchillo de tal modo que queden con forma de prisma, rectangular, con los lados rectos. Con cuidado, o usando una mandolina, cortar cada patata en finas láminas rectangulares de no más de medio centímetro. Poner a remojo en un cuenco con agua fría unos 30 minutos.
Precalentar el horno a 190ºC y engrasar una fuente pequeña. Escurrir las patatas, enjuagar y secar bien con papel de cocina o un paño. Formar tacos de patata superponiendo las distintas láminas. Colocarlas en la fuente y separarlas ligeramente para dejarlas escalonadas, como si fueran fichas de dominó o una baraja de cartas.
Repartir el aceite de oliva por encima y sazonar con las especias. Hornear durante unos 30-40 minutos, hasta que se hayan dorado bien, vigilando que no se quemen. Salpimentar un poco más al gusto antes de servir.
Con qué acompañar las patatas
Las patatas dominó tienen gran parte de su gracia en la manera en que salen del horno, todas en fila bien colocadas, así que recomiendo servir la fuente directamente a la mesa para que cada comensal disponga de ellas a su gusto. Son una estupenda guarnición para un plato de pescado o de carne.
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