Esta sencilla receta de albóndigas veganas está llena de virtudes y ventajas. Nos permite aprovechar restos de diferentes ingredientes o comprarlos a propósito para elaborarla y aprovechar para preparar de sobra y congelar en porciones; además son fácillmente adaptables al gusto, admiten muchas formas de presentación y es una forma diferente de consumir legumbres y verduras.
Su autora original precisamente comienza así a describir la receta, indicando que prefiere cocinarlas al horno por pura comodidad, y es que resulta mucho más sencillo y menos engorroso que freírlas o hacerlas a la sartén, quedando además más ligeras. Si quieres que salgan más sabrosas, píntalas con aceite o usa un pulverizador, o saltea la ración que quieras consumir ligeramente antes de servirlas, para dejarlas doradas y crujientes.
Si no se tiene ya listo, cocer unos boniatos al vapor, al horno, en agua o microondas y sacar la pulpa hasta tener unos 400 g. Picar muy fina la cebolla y pochar con un poco de aceite en una sartén hasta que se transparente. Añadir las lentejas en seco, dorar un par de minutos y cubrir con el doble de su volumen de agua añadiendo una pizca de sal.
O simplemente cubrir lo justo con agua sin encharcarlas y cocer suavemente, añadiendo más agua poco a poco si la necesitan para no pegarse al fondo, hasta que estén muy tiernas y se haya evaporado el líquido (unos 15 minutos-20). Retirar y dejar enfriar.
Aparte mezclar la pulpa cocida o asada del boniato machacada o triturada, los copos de avena, la almendra molida, una o dos cucharaditas colmadas de la mezcla de especias que se prefiera y el pan rallado. Incorporar las lentejas, mezclar y salpimentar. Tapar y refrigar al menos una hora.
Precalentar el horno a 180ºC con aire o calor arriba y abajo. Forrar una bandeja grande con papel sulfurizado e ir formando pequeñas bolitas del tamaño de una nuez con las manos. Nos mancharemos un poco pero no debería ser excesivamente pegajosa; podemos engrasarlos las manos con aceite.
Pintar las albóndigas con aceite de oliva usando un pincel de cocina o un spray, para que queden más doradas y sabrosas, y hornearlas durante unos 20 minutos. Servir con la salsa mezclando el yogur con el tahini, el zumo de limón, la mostaza y un poco de sal y pimienta.
Con qué acompañar las albóndigas veganas de lentejas, boniato y avena
La versatilidad de estas albóndigas veganas permite servirlas de muchas maneras distintas, siendo lo más fácil tomarlas con una ensalada y cualquier salsa para mojarlas o coronarlas. También podemos acompañarlas de un pisto, arroz o cuscús, o usarlas como si fueran falafel en el relleno de un pan de pita. Por su pequeño tamaño se pueden servir como aperitivo en forma de pincho y también podríamos guisarlas brevemente con una salsa de tomate o agregarlas a algún estofado o sopa de verduras.
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