El caso es que lo que ocurre a la hamburguesa de cualquier cadena de hamburguesas, le ocurriría a cualquier otra hamburguesa del mundo, sea esta de la carnicería de la esquina, o de carne de ternera de Kobe. Más allá de especulaciones, J. Kenji López-Alt de SeriousEats.com decidió tratar de cazar el mito, y lo consiguió.
El experimento
Para ver qué estaba detrás de la hamburguesa que nunca se pudría, Kenji compró varios tipos de carne y también varios tipos de hamburguesas de cadenas. Además las procesó con distintas cantidades de sal y distintos tamaños. Su hipótesis de partida era que la hamburguesa que nunca se pudría se comportaba así porque sufría un proceso de curación natural.
Y eso es justo lo que pasaba. Cuando la hamburguesa es muy pequeña, sea esta de restaurante o hecha en casa, el proceso de deshidratación es muy rápido. Al no haber agua, el crecimiento de los microorganismos y hongos no es posible, y se empieza un proceso natural de curación. Por el contrario, cuando el tamaño de la hamburguesa es suficientemente grande, o cuando se impide su deshidratación (introduciendo la carne en una bolsa de plástico), la carne, sea cual sea, empieza un proceso natural de putrefacción.
Como podéis ver en la gráfica adjunta, la carne de una hamburguesa pierde humedad casi a la misma velocidad que otra cualquiera:
Para el caso del pan, lo que sí influye son los conservantes que se usen en cada uno de ellos, pero esto es algo esperable. Es muy posible que el pan de una hamburguesa casera aguante más que el de una de una cadena comercial, simplemente por el hecho de que en el segundo caso, la tasa de reposición del pan es más alta y puede que esos panes no necesiten conservantes, mientras que los que nosotros compramos sí los tengan.
Conclusión: todas las hamburguesas se pudren
¿Os suena que hagamos un proceso similar con algunos alimentos en nuestra país?
En definitiva no hacen falta buscarse complicadas teorías conspiranoicas para afirmar que un menú de comida rápida no es lo más sano del mundo. Es una comida muy adictiva, pero tampoco hay que llevarlo al extremo, ¿a quién no le gusta un trozo de tarta o una buena hamburguesa de vez en cuando?
Lo que sí podemos afirmar, es que cualquier hamburguesa que te compres en cualquier sitio y suficientemente grande, al cabo de unos días acabará, bajo las mismas condiciones, llena de unos simpáticos bichitos, tipo larvas, bacterias, etc... que dejarán un agradable aroma en toda tu casa, ¿alguien se atreve a hacer la prueba?
Imagen | Por :: De todos los Colores :: En Directo al Paladar | Una hamburguesa de 5.000 dólares En Directo al Paladar | Receta de hamburguesa de gorgonzola