Comer no sólo implica nutrirnos o proveer al organismo lo que necesita para vivir, sino también, comer es un acto social y por ello todo lo que lo afecte puede implicar grandes cambios en nuestra vida. Así es como Ozempic está volviendo complicadas las cenas con amigos o los eventos en los cuales la comida va de por medio.
Ozempic y su efecto al momento de comer
Ozempic es una droga actualmente muy popular y conocida por su efecto anti- obesidad. La droga se denomina semaglutida y ha sido desarrollada con la finalidad de controlar la diabetes tipo 2, ya que influye sobre la producción de insulina y mejora el control de los niveles de glucosa en sangre.
La semaglutica se comercializada bajo el nombre de fármacos como Ozempic o Wegovy y actúa en nuestro cuerpo de manera similar al péptido similar al glucagón o GLP1, que no sólo afecta de manera positiva el metabolismo de la glucosa sino que estimula la saciedad, reduce en gran medida los niveles de hambre y por esta razón, ayuda a perder peso y grasa corporal.
Así, quienes toman Ozempic suelen tener un apetito disminuido y saciarse fácilmente después de haber comido una pequeña cantidad de alimentos.
Tomar Ozempic es algo cada vez más popular, y según un análisis de Morgan Stanley Research, se estima que para el 2035 alrededor de 24 millones de personas o el 7% de los estadounidenses tomarán semaglutida o un análogo del GLP1, por lo que las comidas en sociedad pueden verse considerablemente afectadas y marcar una gran diferencia entre los comensales que ingieren la droga y aquellos que no.
Michael Foote es un abogado que estaba cenando junto a tres amigos en un restaurante tailandés de Manhattan cuando levantó la vista y se dio cuenta de que era lo único que comía, según declaró en The New York Times. "Habíamos pedido toda esta comida y la compartíamos, pero yo estaba comiendo y mis amigos sólo tomaban pequeños bocados".

Comer en restaurantes, una nueva aventura para los usuarios de Ozempic
Comer es por naturaleza un acto social, y ya nuestros antepasados se reunían para cazar, recolectar alimentos, cocinarlos y posteriormente consumirlos. Por eso en la actualidad todo evento, celebración o acto social, suele estar atravesado por la comida y por el hecho de comer.
Por esta razón, comer un restaurantes es ahora una nueva aventura para los usuarios de Ozempic, ya que si bien hay quienes aseguran que la ingesta de semaglutida ha cambiado para bien las experiencias en restaurantes al permitir un mejor autocontrol al momento de ingerir alimentos y una degustación más placentera de lo que allí se come, también hay quienes aseguran sentirse incómodos por verse obligados a dejar comida en sus platos y tener siempre el temor de ofender al chef o al resto de los comensales.
Sin duda la experiencia de comer en sociedad o en espacios públicos, cambia para los usuarios de Ozempic, y quienes no toman esta medicación se enfrentan a ventajas y desventajas de salir con personas que sí ingieren la droga y se sacian con facilidad o consumen una muy pequeña cantidad de alimentos.
En este sentido, hay quienes sólo comen en restaurantes que sirven raciones pequeñas para que no se note tanto cuando no se terminan sus platos o para poder ingerir una mayor proporción de la comida servida; mientras que otros tienden a preferir los restaurantes en los que se sirven platos familiares o para compartir, para que la comida desaparezca sin que represente una vergüenza individual dejar en el plato.
Por otro lado, hay quienes han comenzado a advertir al resto de los comensales que comparten la comida en un restaurante y también al camarero u otros, de la ingesta de Ozempic, ya que su consumo sin duda será reducido y por lo tanto, necesitará una menor cantidad o una comida para compartir.
En este sentido, hay quienes aconsejan a los usuarios de Ozempic que consideren cómo manejar las situaciones sociales en las que puedan surgir dudas o preguntas por comer tan poco en público, ya que así como sucede cuando no se bebe alcohol y muchas personas piensan en qué responder cuando se les ofrezca una bebida alcohólica y se rechace, también pueden surgir ante la muy baja ingesta de comida en un restaurante.

Sin duda la popularidad de Ozempic y la gran cantidad de usuarios de esta medicación está modificando el acto de comer considerablemente, pudiendo incluso afectar el gusto y la percepción de los alimentos. Por lo tanto, comer en sociedad o en restaurantes representa para los consumidores de esta droga, toda una nueva aventura que puede resultar en algunos casos positiva y en otros, un poco más incómoda o desafiante.
Asimismo, hay muchos usuarios de Ozempic que se niegan a cenar en restaurantes o a comer en eventos sociales, por la vergüenza que experimentan al devolver platos llenos a la cocina o al dejar muchos sobrantes en la mesa.
Aunque esta conducta de gran autocontrol y de mayor saciedad puede animar a otros a hacer lo mismo y a moderar su ingesta, también puede generar el efecto opuesto y avergonzar a los comensales que sí tienen un alto nivel de apetito, pero sus compañeros de mesa no pueden acompañarlos con las cantidades ingeridas.
Sin duda, Ozempic está cambiando el acto de comer y puede afectar considerablemente la cuestión social alrededor de la alimentación.
Imagen | Foto de portada: cottonbro studio, foto 1: Wiktor Karkocha y foto 2: Rachel Claire