Sin duda si nos proponemos cuidar la salud cocinando más en casa y elaborando platos nutritivos, todo se inicia en la elección de los ingredientes a emplear y en la compra de los mismos, es decir, para una dieta saludable, todo empieza por lograr una compra saludable.
Comes lo que compras
Como lo que se compra es lo que después se come, claramente debes empezar por lograr una compra saludable para después mejorar la calidad de la dieta. Entonces, comienza por saber qué comprar y ordenar así, tu proceso de compras.
Lo mejor es listar los ingredientes que necesitas para armar un menú relativamente planificado que sea nutritivo, así, deberás ajustarte a aquella lista y después emplear los alimentos seleccionados para elaborar platos que se incorporen a tu dieta.
Debes limitar los caprichos al momento de comprar y no tentarte con promociones ni con alimentos ricos pero muy calóricos y poco nutritivos, así no tendrás en casa a tu disposición este tipo de ingredientes que en un momento de debilidad pueden incorporarse a tu mesa.
Si sólo tienes ingredientes sanos en casa, comerás sano y si tienes ganas de consumir algo rico, sólo comprarás en ese momento la cantidad justa para saciar tus deseos.
Por otro lado, puedes evaluar lo que comes mirando lo que compras, y así saber en qué debes modificar tu dieta para cuidar la calidad de la misma y proteger la salud del organismo.
Como podemos ver, hay una estrecha relación entre lo que compras y lo que comes, de hecho comes lo que compras, por eso, comienza por lograr una compra saludable que repercuta favorablemente en la dieta que llevas.
Cómo lograr una compra saludable
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Reduce tu compra a la lista que llevas: como hemos dicho, lo mejor es listar los alimentos que necesitas para elaborar los platos que componen el menú semanal y así, limitarse a esos ingredientes, sin dejarse tentar.
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Elige más productos frescos: cuando compres, procura que en tu cesto predominen los productos frescos, que son más nutritivos y tienen menos aditivos, menos sodio agregado y menos procesamiento que puede agregar azúcares, grasas trans y químicos.
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Escoge frutas, verduras y pescados de temporada: con este truco lograrás consumir productos más frescos y más nutritivos, pues al encontrarse en su mejor época de consumo, tienen buenos nutrientes para la temporada que transitamos.
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Lee las etiquetas nutricionales: leer el etiquetado puede aportar muchos datos útiles, por ejemplo, la fecha de caducidad, el contenido de grasas y hasta el tamaño de la porción a consumir de dicho producto, incluso, leer las etiquetas puede ayudarte a adelgazar.
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No compres con el estómago vacío: si asistes al supermercado con hambre tienes más riesgo de tentarte y de escoger productos de mala calidad nutricional, por lo tanto, no compres con el estómago vacío si no quieres engordar.
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Compra más cereales integrales que refinados: si en casa sólo hay arroz integral o harina integral usarás esa y no otra, así tendrás más fibra, minerales y vitaminas en tus platos cambiando cereales integrales por refinados.
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Elige con menos grasa: busca lácteos desnatados, carnes magras y mira que los productos no tengan grasas trans o presenten menos de 15% de grasa en su composición, así, no consumirás grasas y por defecto calorías, en exceso
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Evita comprar snacks, chuches y precocidos: como hemos dicho, comes lo que compras, por eso, un buen truco para comprar sano es no cargar a la cesta chuches, snacks y comidas precocinadas que suman calorías, grasas, sal y gasta azúcares sin ofrecer buenos nutrientes que contribuyan con nuestra dieta saludable
Con estos consejos podrás lograr una dieta saludable empezando por lograr una compra saludable y así, volviendo más fácil el proceso de mejorar tu alimentación con el objetivo último de cuidar la salud.
En Directo al Paladar | Comer bien, comprar barato En Vitónica | Tres consejos para lograr una compra más saludable Imagen | Morganno, GabrielaP93, y Nickgray
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