Supongo que siendo madre la noticia me ha impactado especialmente, ¿o tendría que decir escandalizado?. Considero más que alarmante que un reciente estudio sobre hábitos alimenticios indique que uno de cada cuatro niños españoles menores de cinco años sufre sobrepeso. El estudio se ha realizado sobre una muestra de 38.000 niños y niñas, de todas las comunidades, con unas edades comprendidas entre los tres y los dieciocho años.
Hace unos días conocíamos la noticia de lo mal que come una niña británica en el colegio. Recuerdo que al leerla me quedé con una desagradable sensación, pero pensé, ilusa de mi, que estas cosas siempre ocurren fuera. Nosotros “inventamos” la dieta mediterránea, eso no pasa en nuestro país. Y ahora resulta que sí.
Los niños españoles deben comer muy mal y deben llevar una vida muy sedentaria para que hayamos llegado a estas cifras alarmantes. No creo que toda la culpa sea de los comedores escolares. En la tarea educativa estamos implicados todos: padres, educadores, legisladores etc. Sería aconsejable que hiciésemos una profunda reflexión sobre este tema.
Me pregunto ¿qué ocurrira cuando esos niños menores de cinco años lleguen a la adolescencia con sobrepeso y problemas de salud?. En una sociedad en la que se da tanta importancia al culto al cuerpo resulta paradójico que se den estas contradicciones. Niños obesos que serán adultos obesos, con problemas de hipertensión, cardiovasculares o diabetes.
Desearía que este estudio sirviera para concienciarnos a todos y evitar concluir en el futuro que uno de cada cuatro niños españoles menores de cinco años sufre sobrepeso. Por mi parte, intento aportar mi granito de arena, educando a mis hijos en la necesidad de comer frutas y verduras, no saltarse ninguna comida y llevar una dieta lo más variada posible.
Vía | Thao
Imagen | andres.moreno en flickr
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